Era una misión de la que sabía que quizás no sobreviviría. Sin embargo, en marzo de 1944, la joven inmigrante judía en Palestina Hannah Szenes (Anna Szenes) se lanzó en paracaídas hacia la Eslovenia ocupada en nombre del Ejército Británico.

El objetivo era ayudar a los pilotos aliados que se habían quedado detrás de las líneas enemigas a huir a un lugar seguro y luego trabajar con las fuerzas partidistas para rescatar a las comunidades judías bajo la ocupación nazi.

Szenes fue capturada por la policía húngara el 7 de junio, torturada durante meses y ejecutada el 7 de noviembre. Tenía apenas 23 años.

Un año después, Moshé Braslavski, un soldado de la Brigada Judía del Ejército Británico, regresó al kibutz Sdot Yam, donde Szenes había ido a vivir en 1941. Y allí encontró una maleta llena de cartas, diarios, canciones, poemas y más debajo de la cama de la joven.

Certificado de inmigración de Hannah Szenes (1939). Foto cortesía de la Biblioteca Nacional de Israel

Su historia trágica y heroica y sus poemas, incluido “Un paseo por Cesárea” (conocido popularmente como “Eli, Eli” (“Dios mío, Dios mío”), convirtieron a Szenes en una figura icónica de la cultura judía, israelí y sionista moderna.

En 2020, el kibutz Sdot Yam renovó su Casa Hannah Szenes fundada en 1950, con una muestra audiovisual en hebreo, inglés, ruso, francés, español y alemán que presenta la historia de vida, misión y muerte de la joven.

El poema icónico de Hannah Szenes, “Un paseo a Cesárea” (“Eli, Eli”), en su cuaderno. Foto cortesía de la Biblioteca Nacional de Israel.

El museo también alberga una exposición sobre los otros seis paracaidistas que fueron asesinados en esa misión y un monumento traído del cementerio de Budapest donde inicialmente fue enterrada inicialmente (luego, en 1950, su féretro fue trasladado al cementerio nacional del Monte Herzl en Jerusalén).

Ahora, el sitio cuenta con una nueva colección de archivos de Hannah Szenes en exhibición en la Biblioteca Nacional en Jerusalén.

La bandera húngara en un dibujo de 1930 de Hannah Szenes hecho durante su infancia para su abuela. Foto cortesía de la Biblioteca Nacional de Israel

Allí están sus poemas escritos a mano, diarios personales, un periódico que editó a los seis años, cartas, fotografías, documentos personales; la transcripción de su juicio, y su maleta, máquina de escribir y cámara fotográfica.

Tal vez los dos elementos más conmovedores de la colección sean un par de notas encontradas en su vestido después de su ejecución: el último poema que escribió y una carta a su madre.

Última nota de Hannah Szenes a su madre hallada en su vestido después de su ejecución en 1944. Foto cortesía de la Biblioteca Nacional de Israel

“En 2021 conmemoraremos el centenario del nacimiento de Hannah Szenes y la Biblioteca Nacional de Israel trabajará durante todo el año para abrir el acceso digital global a este importante archivo, dándole un lugar de honor entre los millones de tesoros culturales que hemos digitalizado”, afirmó Oren Weinberg, director de la Biblioteca Nacional de Israel.

El archivo había sido conservado hasta ahora por la familia de la joven.

Después de la guerra, Katherine, la madre de Hannah, emigró al Mandato Británico en  Palestina con más escritos de su hija y artículos personales de su casa en Budapest. Luego recibió los materiales que Braslavski había encontrado en el kibutz y mantuvo la colección completa en su apartamento de Haifa.

Tras la muerte de Katherine en 1992 y de Giora (hermano de Hannah) en 1995, los materiales pasaron a Eitan y David (sobrinos de la muchacha), que los usaron para promover la memoria y el legado de su heroica tía.
Eitan también trabajó para administrar, catalogar, traducir y preservar el patrimonio literario.

Hannah y Giora Szenes en 1924. Foto cortesía de la Biblioteca Nacional de Israel

El año pasado, Ori y Mirit Eisen de Arizona permitieron la transferencia de la colección completa de archivos de Hannah Szenes a la Biblioteca Nacional de Israel, donde se puede ver junto con los documentos personales de otras figuras culturales como Maimónides, Sir Isaac Newton, Martin Buber, Franz Kafka y Naomi Shemer.

“Creemos que la colección llegó al destino correcto justo cuando se abría la renovada Casa Hannah Szenes en el kibutz Sdot Yam. Agradecemos a la Biblioteca Nacional de Israel y a la familia Eisen por sus esfuerzos y asistencia, y estamos felices y emocionados de que la llama de la poeta Hannah Szenes y su padre, el escritor Bela Szenes, ahora se conserve en el lugar más adecuado. Desde Jerusalén su luz brillará sobre el mundo”, comentó la familia Szenes.

Para más información sobre la Casa Hannah Szenes en el kibutz Sdot Yam, clic aquí y sobre la colección de archivos Hannah Szenes de la Biblioteca Nacional, aquí.