Mientras transcurre el Mes del Orgullo de Tel Aviv -llegará a su fin el 10 de junio con el desfile anual- la comunidad LGBTQ celebra la superación de uno de los mayores obstáculos para la plena igualdad: la subrogación.

De acuerdo con el fallo 781/15 de la Corte Suprema, la modificación de la Ley de Contratos de Portadora Gestacional consigue que se levante la prohibición de la gestación subrogada para parejas del mismo sexo y hombres solteros.

Si bien desde 1963 Israel ha sido un país en desarrollo amigable con los homosexuales, hasta ahora las parejas masculinas y los hombres solteros que querían tener un hijo biológico tenían que viajar al extranjero para encontrar vientres sustitutos.

Asaf Rosenheim y sus gemelos en el Desfile del Orgullo 2021 en Tel Aviv. Foto cortesía de Asaf Rosenheim

Asaf Rosenheim vive en Israel con sus gemelos de diez años nacidos en EEUU de una madre sustituta judía de Wisconsin tras la utilización de un óvulo de una donante judía.

En el momento del embarazo y el nacimiento, Rosenheim y su entonces pareja vivían en Nueva York a un viaje relativamente corto en avión desde Wisconsin donde sus mellizos crecían en el útero de una mujer que hasta unas semanas antes había sido madre. “Era una completa desconocida para nosotros pero desarrollamos una estrecha relación”, explicó el orgulloso padre.

Si bien ya pasó una década desde el nacimiento de los gemelos, Rosenheim todavía se refiere al proceso de encontrar una madre subrogada, así como a la gestación subrogada en sí, como “una montaña rusa emocional”.

“No puedo imaginar lo difícil que debe ser para los futuros padres que viven en Israel y cuyas madres sustitutas están tan lejos. Y eso sin pensar en los gastos de viajar hacia y desde América del Norte. Tuvimos que convertir a nuestros hijos cuando eran bebés para que fueran registrados como judíos en el Ministerio del Interior y todavía no son reconocidos por el rabinato israelí ya que están siendo criados por dos padres”, contó Rosenheim.

Respecto al cambio en la ley, Rosenheim indicó que la subrogación “es un proceso complicado para cualquier persona, y el cambio no necesariamente tendrá un efecto positivo en todos los hombres homosexuales de Israel que buscan construir una familia con la ayuda de un sustituto”.

Sin embargo, consideró que gracias al pronunciamiento de esta ley se logró la igualdad “y eso en sí mismo es algo positivo”.

Para él, ha comenzado una nueva conversación.

“Los hombres homosexuales que antes no tenían motivos para comunicarse con sustitutas israelíes ahora tienen una animada discusión y pueden construir puentes para una mejor comprensión”, expresó.

Comenzar el proceso

Daniel Jonas y Uri Erman son una de las primeras diez parejas locales en hacer valer su derecho a una gestante subrogada judía en Israel y esperan que llegue el fin de junio para iniciar el trámite en el país.

Cuando en 2010 se conocieron en una fiesta de Purim organizada por la organización gay religiosa Havruta -de la cual Jonas fue miembro fundador-, fue amor a primera vista.

Luego de cuatro años, se casaron en una ceremonia civil en Dinamarca donde Jonas, hijo de padre danés y madre sueca, había pasado sus dos primeros años posteriores al servicio militar como enviado de la Agencia Judía.

Uri Erman y Daniel Jonas en su boda en Dinamarca en 2014. Foto: Danny Tzur

“En un principio pensamos que la boda sería solo para nosotros”, contó Jonas. Pero se sumaron sus padres y hermanos junto con amigos daneses y otros que volaron desde Nueva York, Berlín, Varsovia, Suecia e Israel.

En total fueron unas 45 personas que ayudaron a que la fiesta se convirtiera en una semana entera de celebraciones.

Jonas señaló que el rabino ortodoxo de la sinagoga principal de Copenhague felicitó a la pareja por su boda mientras que el rabino de Jabad se acercó a ellos y les deseó “todo lo mejor del mundo”.

Cinco años después del casamientos, Jonas y Erman comenzaron a pensar que era hora de agrandar su familia. “Todo comenzó hace tres o cuatro años. Empezamos a recopilar información y a asistir a todo tipo de reuniones en Israel sobre la subrogación en el extranjero, ya que en ese momento no había posibilidades de que tuviéramos acceso a un vientre subrogado en el país”, relató Jonas.

Ambos se inclinaban por encontrar una madre subrogada en Canadá donde el proceso es totalmente altruista y se brinda una buena atención médica a la mujer.

Así, comenzaron todos los chequeos médicos en Israel pero y luego llegó la pandemia de COVID-19 y Canadá cerró sus fronteras.

Cuando en julio 2021 el país norteamericano se reabrió al turismo en, en Israel ya estaba la noticia de la reforma a la ley de gestación subrogada, que entraría en vigor seis meses después.

En ese momento la pareja decidió poner a Canadá en espera para ver qué ocurriría en Israel.

“Rara vez publico algo en Facebook pero hice un posteo y puse fotos de nosotros en un intento de encontrar al vientre sustituto a través de esa red social”, reveló Jonas. Y tres mujeres respondieron.

Daniel Jonas y Uri Erman en el Desfile del Orgullo en Tel Aviv en 2021. Foto cortesía de Daniel Jonas

“Rápidamente nos dimos cuenta de que una de estas tres mujeres era ‘la elegida’“, indicó Jonas.

La pareja consiguió el visto bueno de la Junta para la Aprobación de Acuerdos de Subrogación, que se aceleró brevemente después de una solicitud que incluyó algunos trámites médicos y de otro tipo, junto con una evaluación psicológica de la capacidad de la pareja para “ser buenos padres”.

“Ahora, nuestra madre sustituta potencial está reuniendo sus papeles para enviarlos a fines de junio. Tenemos muchas esperanzas de poder continuar el proceso aquí en Israel”, dijo el futuro padre.

Una ventaja considerable de poder tener acceso a un sustituto local es que el niño es reconocido como judío al nacer. “Según la mayoría de los rabinos y decisores de la ley judía, la única persona que dicta si el niño es judío es la madre embarazada”, explicó Jonas, que añadió que así como a un niño se le otorga el estatus de “primogénito” si no hubo embarazos anteriores en ese útero, es ese órgano el que decide el estatus del niño.

La búsqueda de la igualdad

Zehorit Sorek dirige el departamento LGBTQ del municipio de Ramat Gan y vive en Tel Aviv con su esposa, Limor, y sus hijos, Tzvi-Bar y Ariel.

Zehorit Sorek dirige el departamento LGBTQ del municipio de Ramat Gan y vive en Tel Aviv con su esposa, Limor, y sus hijos, Tzvi-Bar y Ariel. Foto cortesía de Zehorit Sorek

Ella es expresidenta del comité LGBTQ del partido Yesh Atid, exdirectora de Hoshen -un programa educativo para la aceptación LGBTQ- y, cuando no es voluntaria para la comunidad, es formadora de docentes del Ministerio de Educación. Y tiene una maestría en historia y arqueología. .

Como miembro fundadora de la organización lesbiana religiosa Bat Kol, Sorek es una judía ortodoxa que en 2009 inauguró el “Minián del Orgullo” en Tel Aviv justo a tiempo para Yom Kipur.
La mujer se divide entre su vida familiar, el trabajo y sus múltiples contribuciones a la sociedad LGBTQ, incluso en el Centro Comunitario LGBTQ de Ramat Gan.

“La igualdad es uno de los valores más importantes en mi vida y en el judaísmo”, afirmó. Quiero igualdad. Si la subrogación existe en Israel, entonces quiero que sea igual para todos”, indicó.

Como judía observante y religiosa, Sorek ve con ojos bíblicos la subrogación para hombres solteros y parejas masculinas. Así, la mujer citó el versículo 30:1-2 del Génesis: “Nuestra madre Rajel le dijo a su esposo Jacob: ‘Dame hijos, o me muero’. Aunque ella era una mujer y los hombres biológicos no tienen hijos, el dolor de los hombres homosexuales que quieren tener hijos y no pueden se siente como una muerte para ellos”.

Disponibilidad para todos

Excepto por la ley contra la discriminación en el sistema educativo, todas las victorias que la comunidad LGBTQ logró a lo largo de los años en Israel son leyes que fueron enmendadas a través del sistema de la Corte Suprema. Esto incluye la victoria de la subrogación.

En febrero de 2020, una sentencia del Alto Tribunal identificó la redacción anterior de la ley de maternidad subrogada como discriminatoria e ilegal, y consideró que el derecho a intentar ser padre o madre es un proceso que debería estar al alcance de todos.

Desde su implementación en 1993, la ley de subrogación solo se aplicaba a parejas heterosexuales hasta que fue modificada en 2018 para incluir a mujeres solteras, sin investigar su sexualidad.

La Corte Suprema dictaminó que la Knesset tendría que cambiar la ley para marzo de 2021 y luego extendió el plazo hasta septiembre de 2021.
Sin embargo, en julio de 2021 el Gobierno le solicitó al máximo tribunal que se pronunciase sobre el tema debido a la incapacidad del actual Ejecutivo de coalición. llegar a una decisión mayoritaria.

Por lo tanto, el fallo de la Corte Suprema sobre la ley de subrogación de Israel incluye hoy el derecho de las parejas masculinas así como de los hombres solteros a tener hijos a través de un portador gestacional.

Adoptado por el Ministerio de Salud de Israel el pasado 11 de enero, el lenguaje de esta actualización brinda acceso equitativo a los embarazos subrogados “a cualquier persona en Israel”.

Aunque una mayoría en la Knesset y en el país quisiera convertir el fallo del Tribunal Superior en una nueva ley que incluya el término “LGBT”, dos de los partidos en el actual gobierno de coalición -Yamina y la Lista Árabe Unida- se oponen a cambiar el redacción de la sanción original.

Mientras tanto, Jonas y todas las parejas masculinas y hombres solteros, esperan que eso ocurra pronto.