Sería bueno que el COVID-19 desapareciera antes de que nos azoten la gripe y los resfríos invernales pero es muy probable que quedemos sometidos a estas tres enfermedades a la vez.

Lamentablemente, esto cargará a cada estornudo de una dosis de ansiedad porque, ¿cómo podemos saber si se trata de un resfrío de estación o algo más serio?

Para averiguarlo, ISRAEL21c consultó a expertos locales cómo hacer una suposición fundamentada.

A grandes rasgos, los especialistas indicaron que, si bien algunos síntomas son únicos para cada enfermedad, otros pueden ser comunes a las tres y la única forma de descartar el coronavirus es hacerse la prueba.

Síntomas reveladores

Rivka Abulafia-Lapid, profesora de doctorado en virología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén-Hadassah y su escuela de enfermería afiliada, comenzó con la identificación de los primeros y únicos signos de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2. “Los síntomas más importantes del coronavirus son la dificultad para respirar y la pérdida del olfato”, explicó.

Estas dos reveladores sintomatologías no se manifiestan en la gripe o el resfriado común. La tos seca es otro síntoma que suele acompañar al COVID-19, pero no así el moqueo o la congestión nasal.
De este modo, si te estás sonando la nariz, probablemente sea un resfriado.

Rivka Abulafia-Lapid, profesora de virología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén-Hadassah. Foto cortesía

“Aunque tanto los resfriados como el COVID son causados ​​por miembros de la familia del coronavirus, las personas con COVID-19 pueden enfermarse más porque el SARS-CoV-2 es nuevo para el sistema inmunológico”, remarcó Abulafia-Lapid.

En cuanto a la gripe, los primeros signos son diferentes: dolor de cabeza y corporales, fiebre, escalofríos, dolor de garganta y pérdida del apetito. Los niños también pueden contraer una infección del oído medio y malestar estomacal.

Y ahora la parte confusa.

Al igual que la gripe, el COVID-19 puede causar fiebre. Al igual que el COVID-19, un resfriado puede causar tos seca. Y puede ser que la gripe se convierta en neumonía, provocando síntomas de las vías respiratorias superiores como el COVID-19.

“Todos somos diferentes y todo depende de cómo reaccione el sistema inmunológico”, indicó Abulafia-Lapid, que recomendó hacerse la prueba lo antes posible si se tiene síntomas comunes de COVID-19 porque, a diferencia de la gripe, infecta a más tipos de células y puede moverse desde los pulmones para atacar los riñones, los tejidos blandos del cuerpo e incluso el cerebro o el corazón.

El principal consejo es tratar de evitar la infección por completo usando una mascarilla sobre la boca y la nariz, mantener la distancia con otras personas y lavarse y desinfectarse las manos con frecuencia. Y más: “Que no cunda el pánico”.

Posibles sorpresas (buenas y malas)

“Muchas enfermedades infecciosas cambian y nos sorprenden”, dijo el doctor Manfred Green, director del programa de maestría internacional en salud pública de la Universidad de Haifa, y ex director de Salud Pública de la FID y director fundador del Centro de Control de Enfermedades de Israel. .

Una posible mala sorpresa es que el COVID-19 estará presente durante un año o más antes de que tengamos una vacuna eficaz.

Una sorpresa positiva podría ser que las tasas de infección disminuyan más rápido de lo esperado. Porque, explicó Green, aunque los virus no desaparecen, sí disminuyen.

“Obviamente, aún hay cosas que no entendemos, como por qué las epidemias de gripe estacional tienden a terminar después de dos meses“, le dijo Green a ISRAEL21c.

Doctor Manfred Green, director del programa internacional de maestría en salud pública de la Universidad de Haifa y director fundador del Centro de Control de Enfermedades de Israel. Foto cortesía

Antes de que comience la temporada de gripe, Green afirmó que incluso los síntomas que parecen gripe podrían indicar la presencia de COVID-19. “En este momento, si alguien sufre dolor de garganta y fiebre, signos típicos de la gripe, hay una alta probabilidad de que sea COVID porque no solemos ver esto en esta época del año. En invierno, será mucho más problemático diferenciar las enfermedades”.

Sin embargo, Green opinó que otra buena sorpresa puede ser una temporada leve de gripe aunque advirtió  que esto es solo una predicción y no debería evitar que las personas se vacunen contra la gripe, «una enfermedad que se mueve entre los hemisferios norte y sur. Prácticamente no ha habido gripe en el hemisferio sur durante el invierno de este año».

Por otra parte, la gripe es mucho más fácil de prevenir que el nuevo coronavirus. “Usar máscaras y el distanciamiento social son probablemente muy eficaces para prevenir la gripe. Y si se vacuna el mismo porcentaje de personas, alrededor del 25 por ciento, es posible que tengamos muy poca influenza durante este invierno“, definió.

Todos los males son diferentes

Al igual que Abulafia-Lapid, Green enfatizó en que las reacciones individuales son diferentes y que existe un espectro de síntomas, lo que dificulta descartar una infección viral sobre otra.

“Aunque diferencias en los signos clínicos desde el principio, estos pueden ser bastante sutiles -afirmó Green- y si alguien tiene secreción nasal y no tiene fiebre, probablemente sea un resfriado y no una gripe aunque todavía podría serlo”.

El científico aseguró que la innovación es lo que más nos ayudará con este dilema. “Las pruebas rápidas cambiarán las reglas del juego. Si podemos evaluar a alguien en 10 minutos y descartar el COVID, aunque algunos casos se perderán debido a falsos negativos, las cosas serán más fáciles en el trabajo y la escuela“.

En esa línea, Green cree que este tipo de análisis estará disponibles muy pronto. “Una vez que tengamos las pruebas rápidas, si alguien tiene síntomas leves y los tests dan negativo, la gente puede sentirse tranquila de que lo que sufre probablemente no sea COVID”.

Green aconsejó que, mientras tanto, cualquier persona con un resfrío – con fiebre y dolor de garganta-, debe quedarse en su casa.

Finalmente, para evitar que una gran cantidad de personas tengan que entrar en cuarentena debido a que un compañero de trabajo o de clase se siente enfermo, Green alentó a la gente a mantenerse a una distancia segura entre sí y a usar una máscaras.