Hasta hace unas semanas, nadie había oído hablar de la variante Ómicron.

Todo se desencadenó el 26 de noviembre cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó a la mutación B.1.1.529 del coronavirus SARS-CoV-2 como una “variante preocupante” y la nombró Ómicron en honor a la decimoquinta letra del alfabeto griego.

Aparentemente originaria de Sudáfrica, Ómicron se extiende en todo el mundo incluso cuando la variante Delta todavía enferma con COVID-19 a las personas.

La OMS informó que investigadores de todo el mundo están coordinados para comprender mejor los detalles de Ómicron.

“Los estudios en curso incluyen evaluaciones de transmisibilidad, gravedad de la infección (incluidos los síntomas), rendimiento de las vacunas y pruebas de diagnóstico, y eficacia de los tratamientos”, indicó el organismo internacional.

Al cierre de esta nota, Israel solo había identificado unos 60 casos de infecciones causadas por la nueva cepa. Estas aún no son suficientes para ofrecer la base para estudios epidemiológicos más grandes.

A la espera de nueva información, ISRAEL21c en Español consultó a especialistas israelíes acerca de cuál es la mejor manera de protegerse de esta y de futuras mutaciones.

¿Qué se sabe hoy sobre Ómicron?

En principio, tiene muchas mutaciones.

“Esta nueva variante tiene bastantes mutaciones en relación con el virus original. Los virus siempre mutan y ‘prueban’ si cada mutación les da ventajas. Si lo confirman, esa mutación sobrevivirá a expensas de las demás”, explicó el profesor Doron Melamed, profesor de inmunología en la Facultad de Medicina del Technion.

Las mutaciones de Ómicron pueden afectar a diferentes aspectos del virus. Este podría multiplicarse más rápido o sobrevivir en condiciones más difíciles.

“Sospechamos que el nuevo virus aumentó la infectividad”, añadió Melamed.

Se extiende rápidamente

“Ómicron ya está muy extendida en el mundo. Se halló, además de en África, en otros países principalmente en Europa y supongo que también estará en breve en EEUU”, indicó el profesor Nathan Keller, ex presidente de la Sociedad Israelí de Enfermedades Infecciosas y actual director del Departamento de Microbiología Clínica del Centro Médico Sheba.

 No causa infecciones más graves de COVID-19

Keller explicó que una cantidad de datos epidemiológicos confiables de Sudáfrica revelaron que el COVID-19 causado por Ómicron no es más severo que el de cepas anteriores. “Sin embargo, la información también sugiere que, desde la óptica de los contagios, la variante se transmite más rápido que las cepas anteriores. Dentro de una semana o dos sabremos mucho más”, añadió el experto.

La doctora Reem Dowery y el profesor Doron Melamed. Foto cortesía del Instituto de Tecnologia Technion

¿Las vacunas actuales protegen a la gente de Ómicron?

La información más reciente reveló que dos inoculaciones de Pfizer no pueden combatir a la nueva variante pero que la dosis de refuerzo ayuda mucho,

Un estudio del Centro Médico Sheba sugirió que la dosis de refuerzo ayuda a prevenir el COVID-19 causado por Ómicron pero lo hace no tan bien como contra la variante Delta.

La doctora Gili Regev-Yochay, directora de la Unidad de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas del Sheba, afirmó que saber eso es una buena y una mala noticia.

La buena noticia es que la dosis de refuerzo aumenta cerca de cien veces la protección contra Ómicron.

“La mala es que aquellos que recibieron la segunda dosis hace cinco o seis meses no tienen ninguna capacidad de neutralizar a Ómicron aunque sí contra la Delta y la mucho más salvaje original. Eso es muy preocupante”, dijo Regev-Yochay.

El microbiólogo clínico Nathan Keller del Centro Médico Sheba. Foto cortesía de Nathan Keller

Respecto a si alguna de las mutaciones de Ómicron afecta alguna área específica donde el virus se une a los receptores en las células del cuerpo humano, Melamed afirmó: “Mi opinión es que siempre que la variante (Ómicron) no mute esta área y se una a un receptor diferente, la vacuna debería protegernos, incluso si el virus se replica más rápido y es más infeccioso”.

Melamed hizo hincapié en que ninguna vacuna previene la infección. Más bien, las vacunas protegen de las enfermedades que siguen a la infección.

“Hasta el momento, la infección por contagio de Ómicron ha sido leve, especialmente en los vacunados. Estábamos muy preocupados por el comienzo de la ola Delta, pero en los datos del Ministerio de Salud vimos que en los casos de cuadros graves por encima de los 60 años la mayoría de los pacientes no estaban vacunados”, remarcó Keller.

Doctor Doron Melamed, profesor de Inmunología del Technion de Haifa. Foto: Nitzan Zohar

Importante: según un estudio reciente del laboratorio de Melamed, la efectividad de la vacuna es más débil en personas de más de 60 años.

El especialista explicó que la memoria del sistema inmunológico se deteriora con la edad. Si no “recuerda” un patógeno al que alguna vez derrotó o contra el que fue vacunado, no podrá montar una defensa eficaz la próxima vez que el virus invada el cuerpo.

“Incluso si se vacunaron dos veces, las personas mayores mostraron una tasa más alta de infección y por eso era muy importante para ellos recibir una tercera vacuna”, resaltó Melamed, que junto a Keller instaron a los padres a vacunar a sus hijos de entre 5 y 11 años.

De todos modos, si se infectan, los niños suelen tener síntomas más leves que los más grandes.

Keller, pediatra y microbiólogo capacitado, dijo que cree una dosis de la vacuna contra el COVID-19 se convertirá en parte del régimen de vacunación infantil de rutina.

¿Son útiles las restricciones de viaje para detener la propagación?

Keller y Melamed se mostraron en desacuerdo con la decisión de Israel que desde 28 de noviembre impide que ciudadanos extranjeros entren al país algunas semanas.

Si bien personalmente Melamed elige no viajar al extranjero en estos días, afirmó que “cerrar las puertas a los viajeros del exterior durante una quincena es una reacción exagerada”.

Por su parte, Keller consideró que las últimas políticas del gobierno contra el COVID-19 son apropiadas y razonables, y señaló que las primeras infecciones de Delta en Israel fueron “importadas” de los Países Bajos.

La semana pasada, un cardiólogo del Centro Médico Sheba inoculado con tres dosis desarrolló COVID-19 leve. Luego se descubrió que la infección fue causada por la variante Ómicron a la que estuvo expuesto en una conferencia en Londres.

“El gobierno está lidiando con Ómicron de forma cautelosa. Si regreso del extranjero, tengo que pasar tres días en cuarentena y hacerme otra prueba de PCR, lo cual no es algo dramático. Además es algo temporal que deberá ser reconsiderado en unos diez días más”, reveló Keller. Y agregó que hasta que apareció el coronavirus, Israel, como la mayoría de los países, no había enfrentado una pandemias durante décadas.

“En el último año y medio aprendimos de forma lenta pero segura y creamos nuevas políticas de acuerdo con los datos”, indicó también.

¿Ómicron podría ser la mutación final?

Al contrario de algunos profesionales de la salud que dicen que los casos relativamente leves de COVID-19 de Ómicron son parte de las últimas etapas de mutaciones del virus SARS-CoV-2, Keller y Melamed opinaron que las nuevas variantes siguen siendo una amenaza constante.

“Incluso si con esta variante tenemos una enfermedad más leve, según tengo entendido, esto no significa nada. Con la gripe hay años que enfrentamos a virus que causan enfermedades leves y otros que causan infecciones graves”, explicó Keller, que subrayó que “las mutaciones se generan en todas partes y se extienden por todo el mundo. La próxima puede cambiar las reglas o el área de unión del receptor”.

¿Qué se puede hacer como protección?

Los expertos coincidieron que la vacunación es la primera línea de defensa. Gracias a una campaña agresiva para dar dosis de refuerzo a los vacunados al menos seis meses antes -y vacunar a los niños de entre 5 y 11 años, Israel es el país más inoculado del mundo.

En ese sentido, Keller señaló que los no vacunados (incluidos los niños) representan la mayoría de los casos informados durante la ola Delta.

A su vez, Melamed explicó que los mayores de 60 años pueden necesitar refuerzos más frecuentes o una combinación de diferentes tipos de vacunas. “Si el cuerpo tiene memoria y tiene anticuerpos, la infección viral enfrentará esas defensas y no llegará tan lejos. Todo depende de lo preparado que esté sistema inmunitario”, informó.

Además de la vacunación, los especialistas recomendaron continuar con los protocolos preventivos de distanciamiento social, usar mascarillas en reuniones en interiores y lavarse las manos con frecuencia. Pero también alentaron a la gente a vivir sus vidas, y no evitar reunirse con amigos, familiares y colegas.

“Necesitamos vivir con el coronavirus así como como vivimos con la gripe. Hoy hay un sabio intento mundial de desarrollar medicamentos para tratar la enfermedad y, a medida que pasa el tiempo, sabremos mejor cómo tratarla”, concluyó Melamed.