Liel Anapolsky trabaja en una empresa israelí de alta tecnología como especialista en experiencia de usuario (UX) y optimización de la tasa de conversión (ROI) pero en su tiempo libre toma fotografías de bailarinas en entornos urbanos de todo Tel Aviv.
La popularidad de su proyecto Urballerina en las redes sociales la llevó a realizar exposiciones públicas y a recibir ofertas por algunas de sus piezas. Y eso que se trata solamente de un pasatiempo
«La historia comenzó con mis pinturas de ‘fotorrealismo’», le explicó Anapolsky a ISRAEL21c. “Mientras buscaba referencias para mis pinturas en Google Images aprendí que si quiero exhibir mis obras en exposiciones, tengo que darle crédito a los fotógrafos. Así, decidí hacer mis propias fotografías para que tanto las imágenes como las pinturas fueran mías», añadió acerca del origen del proyecto.
Anapolsky tomó un curso en la Escuela de Fotografía Galitz, en Ramat Gan, con la idea de capacitarse. Finalmente, decidió enfocarse solo a las fotos y dejar atrás la pintura. Y decidió lanzar Urballerina.
«Me gusta sacar a las bailarinas de su entorno natural y predecible y reunirlas con la arquitectura Bauhaus y los museos de Tel Aviv. Me encantan las construcciones de esta ciudad y por eso Urballerina se convirtió, como su nombre lo dice, en un proyecto urbano«, explicó Anapolsky.
Para su proyecto, Anapolsky buscó bailarinas profesionales y las contactó. Su primera solicitud fue aceptada por una bailarina del Ballet de Israel y por otra del Ballet de Moscú.
«Les encanta hacer las sesiones de fotos. Traen ropa de sus casas y me sugieren ideas», contó la artista.
Además, Anapolsky reconoció que recibió muchos comentarios después de publicar sus fotos en Facebook: “A la gente le encantó. No es común ver bailarinas en la calle».
Al municipio de Tel Aviv le gustó el proyecto y compartió fotos de Urballerina en sus redes sociales. Así fue como mucha gente comenzó a pedirle a Anapolsky que exhibiera sus fotos.
La artista prestó atención a ese pedido y es así que ya tienen dos muestras en su haber en un pub y un hotel de la ciudad. “Estoy empezando a recibir solicitudes para hacer sesiones de fotos. Mi jefe en el trabajo me pidió que hiciera algunas tomas para nuestra nueva oficina y estoy realmente entusiasmada. No esperaba nada de esto”, finalizó.
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