Ori Itzchaki aspira a ser periodista. Ya entrevistó a la “Mujer Maravilla” Gal Gadot y a la ex estrella del fútbol brasileño Ronaldo para la revista de Shavvim, una ONG israelí para personas con discapacidades.

Sin embargo, el periodismo aún no le permite vivir de la profesión a de este residente de Tel Aviv de 27 años en el extremo del espectro caracterizado por el alto funcionamiento.
Itzchaki intentó trabajar en una cafetería y como un jardinero pero a todos los empleos los encontraba aburridos.

Un día, su trabajador social en la organización Beit Ekstein lo envió a Dogiz, una compañía de Tel Aviv con un proyecto de impacto social llamado Walking Together.

Ori Itzchaki y uno de sus clientes caninos. Foto cortesía de Dogiz

Hoy, el hombre pasa tres horas al día paseando perros de forma profesional. “Amo mucho a los perros y disfruto mucho pasearlos salvo cuando hace mucho calor. Este trabajo es muy saludable para mí porque me ayuda a mantenerme en forma”, le contó el joven a ISRAEL21c en Español.

Dani Gindi con uno de los perros que cuida en Walking Together. Foto cortesía de Dogiz

Dani Gindi (42) también llegó a Walking Together después de una serie de erráticas experiencias laborales.
Si bien no puede leer, encuentra cada dirección utilizando la intuitiva aplicación Dogiz. Gindi es muy trabajador y hasta llega a hacer ocho caminatas por día.

Beneficio y propósito

Danny Djanogly, cofundador de Dogiz, dijo que Walking Together fue lanzada justo antes de la pandemia de Covid-19.

Originalmente, Dogiz ofrecía una aplicación para teléfonos inteligentes que conectaba a los dueños de perros urbanos con paseadores, entrenadores, peluqueros, cuidadores de perros y veterinarios, y les daba a esas pequeñas empresas un software de gestión. Más tarde, Dogiz consolidó algunos de los negocios bajo su propia marca.

El primer paseador de perros de Dogiz fue Avrum Friedman, un joven en el espectro del autismo.
Su padre, Aviad Friedman, se convirtió en presidente de Dogiz y sensibilizó a los cofundadores sobre los desafíos laborales de las personas con discapacidades. “Eso se transformó en el núcleo de lo que se trata Dogiz. Siempre quisimos hacer algún tipo de proyecto de beneficio y propósito, y esta es una manera asombrosa de hacerlo”, afirmó Djanogly, que junto a su cofundador Alon Zlatkin aprendieron que los adultos en el espectro del autismo están subempleados de manera crónicamente y que se encuentran haciendo tarea mal pagas por debajo de sus capacidades.
A menudo, sus empleadores también se aprovechan de ellos.

Por otra parte, a muchas personas del espectro autista les resulta más fácil conectarse con los animales que con las personas.
De hecho, ya se ha demostrado que interactuar con animales los ayuda a reducir el estrés y la presión arterial, e incluso a mejorar sus habilidades interpersonales.

Los cofundadores de Dogiz, Danny Djanogly, izquierda, y Alon Zlatkin. Foto: Sam Jakobson

“Vimos investigaciones sobre los beneficios para la salud física y mental de las personas con autismo que trabajan con perros, y sabíamos que era una idea beneficiosa para todos emplearlos como paseadores de perros. Se trata de ofrecerles a las personas la capacidad de trabajar con dignidad en un trabajo que las mantenga en forma, activas y económicamente independientes. Nos sorprendió la facilidad con la que se combinó la sinergia”, explicó Djanogly.

Buenos trabajadores

En la actualidad, Walking Together emplea a 15 paseadores de perros, algo que representa el 10 por ciento de su personal que pasea perros. En conjunto, ya registraron más de 5.000 reservas y obtuvieron ingresos de 100.000 shekels (USD 30.845 dólares).

Durante los duros meses de pandemia, cuando menos dueños de perros necesitaban paseadores porque estaban en casa, los clientes de Walking Together continuaron haciendo reservas, dijo Djanogly, “solo para brindar una oportunidad a estas personas, que son algunos de los mejores miembros de nuestro personal. Son trabajadores y aman lo que hacen”.

Para fin de 2021, Dogiz tiene como objetivo aumentar a 20 el porcentaje de paseadores con discapacidades. Algunos futuros empleados pueden provenir de Oketz, la unidad canina de las Fuerzas de Defensa de Israel, que ofrece roles no combatientes a los soldados en el espectro del autismo.
Pasear perros puede ser una buena opción de empleo después del servicio militar.

“Queremos ser uno de los mayores empleadores de personas con necesidades especiales en Israel”, manifestó Djanogly.

Apoyo permanente

Dogiz contrató a un terapeuta y analista conductual para evaluar las capacidades físicas y emocionales de los candidatos a Walking Together.

“Nos conviene contratar personas que puedan hacer este trabajo a largo plazo”, dijo Djanogly.

Cada nuevo empleado de Walking Together asiste a una sesión mensual de capacitación de un mes dirigida por un adiestrador de perros con experiencia en el trabajo con poblaciones con necesidades especiales. Aprenden a utilizar la aplicación Dogiz y a hablar con los clientes.

“Rápidamente nos dimos cuenta de que necesitan apoyo emocional”, dice Djanogly, por lo que Dogiz lo brinda a través de reuniones mensuales con un consejero.

“Estamos asociados con organizaciones maravillosas como Shekel y Beit Ekstein, y con escuelas con alumnos con necesidades especiales en Tel Aviv. Nos ayudan a apoyar a nuestros empleados y les brindan algo más que un lugar de trabajo”, narró Djanogly.

El cofundador también dijo que en Dogiz quieren que los trabajadores adquieran habilidades para la vida en general, que pueden ser difíciles de conseguir después de que envejezcan en el sistema educativo.
En ese sentido, añadió: “El personal de Walking Together se reúne con nosotros cada mes para establecer objetivos y expectativas, y cada semana con sus consejeros”.

Dogiz ha invertido en estos servicios. “Hay un costo para nosotros, así que hemos recaudado dinero para apoyar este proyecto. Sin embargo, creemos que este modelo no es algo de caridad ‘agradable’ sino un sólido modelo de negocio”, manifestó Djanogly.

En junio pasado, Dogiz invitó a inversores y a las familias de los empleados de Walking Together a un evento en el que paseadores de perros, incluidos Itzchaki y Gindi, compartieron sus historias.

Ori Itzchaki les cuenta a los inversores sobre su éxito con Walking Together. Foto cortesía de Dogiz

Djanogly y Zlatkin se dieron cuenta de que cada logro en el trabajo tiene un efecto dominó beneficioso para toda la familia. “La hermana de Dani Gindi dijo que ahora puede dormir bien por la noche al saber que su hermano tiene una buena situación laboral”, dijo Djanogly.

Dogiz, que se extendió al centro de Israel y ahora se está lanzando en Haifa, desarrolla un nuevo producto de salud digital para ayudar a las personas a cuidar mejor a sus perros mediante el crowdsourcing y la inteligencia artificial.

“Esto sumará más servicios y aumentará las oportunidades para las personas con necesidades especiales en nuestra empresa”, afirmó Djanogly.