No debo. Pero quiero.

Este choque de fuerzas referido a la lucha diaria contra los antojos dulces sólo se ha intensificado durante la pandemia de COVID-19.

Pero Sweet Victory, un nuevo chicle con sabor a menta, tarda solo dos minutos en bloquear los receptores de azúcar en la lengua y lo consigue hasta por dos horas. Y lo logra porque cualquier cosa dulce que entra en la boca tras comer la goma de mascar tiene un sabor tan terrible que probablemente nadie quiere volver a intentarlo.

“Queremos que la gente tenga más control sobre su nutrición porque todos pasamos por momentos en los que no teníamos control”, afirmó Gitit Lahav, una psicóloga de Israel que fundó la empresa con su amiga Shimrit Lev, practicante de medicina china.

Lahav explicó que ambas notaron que para la mayoría de las personas, especialmente las mujeres, el mayor problema eran los dulces. “Por ello tratamos la cuestión con hierbas y en el camino nos topamos con una planta india que se ingiere (en forma de cápsula o té) y que tiene un efecto sobre el metabolismo de la glucosa. Y también en la lengua”, añadió la empresaria.

 

La planta en cuestión, Gymnema Sylvestre, es un remedio ayurvédico indio para estabilizar los niveles de azúcar en sangre. (La palabra hindi gurmar significa “destructor de azúcar”).
Los estudios realizados durante los últimos 50 años en varios países lo han considerado seguro, según indicó Lahav, que junto a Lev intentaron masticar hojas de Gymnema. “Fue increíble el rechazo que nos generaron los dulces luego de esa experiencia”, expresó.

Imagen promocional de Sweet Victory (Trilogy)

Sin embargo, masticar la planta deja un sabor amargo y la ingestión de sus extractos lleva tiempo para tener un efecto real.

“Sabemos que la gente busca algo que tenga un efecto inmediato, y así es como comenzamos tres años de desarrollo en los que experimentamos en nuestras propias cocinas con goma de mascar casera hasta que logramos encontrar la fórmula adecuada”, explicó Lahav.

La  Embajada de Israel en la India ayudó a las mujeres a encontrar una fuente orgánica para la planta y el desarrollo del producto contó con la ayuda del grupo de alimentos Strauss, que incluye la marca de chicles Must.
El diseño de la marca y el paquete fue realizado por la Agencia Natie en Tel Aviv.

Pero debido a que Sweet Victory es un complemento alimenticio funcional e Israel no tiene una fábrica de goma de mascar autorizada para producir tales suplementos, el producto se fabrica en Italia.

Foto de Gil Mashiah

Qué dicen los estudios médicos

“En diciembre empezamos a vender Sweet Victory en Filipinas y Nueva Zelanda. Los siguientes países son Panamá y Francia y para fines de 2021, planeamos comercializar el producto en 12 países”, contó la emprendedora, que reveló que en un estudio realizado en el Centro Médico Sheba con personas que experimentan antojos de azúcar durante todo el día, masticar un trozo de Sweet Victory tres veces al día fue suficiente para marcar la diferencia.

“El chicle no cambia las papilas gustativas de forma permanente sino que simplemente ocupa los receptores dulces durante un tiempo específico. La mayoría de la gente lo usa durante las horas en que anhela lo dulce”, especificó Lahav.

Las cofundadoras de Sweet Victory, Shimrit Lev y Gitit Lahav. Foto: OpenValley

La idea es realizar más investigaciones clínicas para medir el efecto de Sweet Victory en los antojos de azúcar de las personas con diabetes. Los estudios serán auspiciados por el departamento de endocrinología del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv.

Michal Roll, ex subdirectora general de Investigación y Desarrollo de ese hospital, es hoy consultora de empresas como Sweet Victory y por ello ayudará a diseñar la prueba.

“Yo era escéptica porque había visto ya muchas afirmaciones de nuevos productos pero creo que esta goma de mascar realmente funciona y quiero ver si tiene algún efecto sobre la diabetes”, le dijo Roll a ISRAEL21c.
La directiva afirmó que Sweet Victory contiene una dosis muy pequeña de gymnema sylvestre y se sabe que la planta no causa efectos secundarios.

Para Lahav, aún faltan investigaciones a largo plazo ya que es un producto muy nuevo y no se probó en mujeres embarazadas o niños. En ese sentido, su uso, como el de todos los suplementos alimenticios, debe ser autorizado por un médico.

Roll aseguró que Lahav y Lev son “extraordinarias mujeres a las que les apasiona ayudar a las personas a mejorar su salud”.
Previamente, las socias habían desarrollado una aplicación de nutrición, ShrinkMeApp, y una línea de productos de hierbas, ambas para el mercado israelí.

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