Stuart Weitzman admite que no viene a Israel por el calzado.

“Es muy casual, siempre se trata de sandalias. No vengo aquí a inspeccionar la moda de los zapatos de Israel porque de todos modos la mayoría se importa y no se hacen aquí. Vengo por el país y las personas, a quienes amo. Todo el país significa algo para mí”, le explicó el mundialmente famoso diseñador de zapatos a Nicky Blackburn, editora y directora de ISRAEL21 c en Español.

Sin embargo, en su charla en el Museo de Arte de Tel Aviv en colaboración con el departamento de joyería y moda de la academia de artes y diseño Bezalel, hubo -al menos para Israel- algunos zapatos muy elegantes presentes en el auditorio.
Brillantes sandalias plateadas con punta abierta, zapatillas deportivas rosa neón y unas interesantes alpargatas con tiras.

Dado el estatus de Weitzman, no fue una sorpresa que su audiencia de diseñadores y estudiantes de moda hiciera se esforzara para llegar bien calzados aunque, como supuso correctamente el creativo en su charla, la mayoría de ellos eran planos.

Los israelíes pueden querer verse bien pero también aman su comodidad.

Una vidriera de Stuart Weitzman en Kuala Lumpur, Malasia. Foto: Sorbis/Shutterstock

Los tacones más altos en la charla de Weitzman fueron los que él mismo trajo: dos de sus creaciones más famosas, el “Nudist” y el “zapato del millón de dólares”, que fueron modelados por dos mujeres de la audiencia.

Weitzman, que vive en EEUU, está en Israel por los Juegos Macabeos, para los que lanzó un fondo de becas de cinco millones de dólares con Macabi USA.

El diseñador no solo fue el abanderado de la delegación estadounidense en la ceremonia de apertura el 14 de julio sino que también compite. Esta son sus cuartas Macabeadas como jugador de tenis de mesa.
Sin embargo, con sus 82 años no es el atleta de mayor edad en los juegos: esa distinción es para Yosef Shachmon, que tiene 90 y juega al tenis.

“Los juegos son como una enorme fiesta. Hay personas de 60 países, 10.000 niños judíos compitiendo entre sí, y muchos que se conocen desde hace años”, afirmó Weitzman.

Según contó, en la ceremonia de apertura vio a algunos participantes de diferentes países intercambiando sus uniformes. “Eso es tan lindo. Es amistad verdadera”, remarcó.

Pensar más allá

Weitzman puede ser de EEUU pero piensa y habla como un israelí. Así, le recomendó a su muy receptiva audiencia que piense fuera de la caja, use la imaginación y encuentre inspiración en fuentes inesperadas, como Doc Martin, por ejemplo, o el calzado para andar Teva Naot.

Stuart Weitzman y la estudiante de moda israelí Keren Grinfeld en Tel Aviv. Foto: Nicky Blackburn

Weitzman puede ser de EEUU pero piensa y habla como un israelí. Así, le recomendó a su muy receptiva audiencia que piense fuera de la caja, use la imaginación y encuentre inspiración en fuentes inesperadas, como Doc Martin, por ejemplo, o el calzado para andar Teva Naot.

“Miren lo que calzan las mujeres más geniales en la calle e inspírense en eso”, sugirió.

El diseñador nació en Long Island (EEUU) en 1941. En la década de 1950, su padre Seymour Weitzman y su hermano mayor Warren abrieron una fábrica de calzado en Massachusetts.
Pero Stuart tenía otros planes. Imaginó una carrera en Wall Street.

Sin embargo, en 1963, Weitzman se graduó de la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania y decidió intentar dibujar diseños de zapatos para ver si le gustaban.

Los diseños despegaron y, cuando su padre murió en 1965, Stuart y Warren comenzaron a administrar el negocio, con él mismo como diseñador de zapatos.

En 1971, Weitzman se asoció con la fábrica de calzado española Caressa y 15 años después recompró todas las acciones y se independizó.

Para ingresar al mundo del calzado de alta gama sin mucha financiación, Weitzman desarrolló un enfoque de marketing de guerrilla, mucho antes de que se inventara el concepto.

Ser creativo

Incapaz de permitirse el lujo de las mejores modelos, hizo una publicidad creativa.
Su primer anuncio mostraba una calabaza y otro, que ganó un premio, a un perro dálmata con manchas negras en forma de zapatos.

También comenzó a ofrecer elegantes y únicos diseños en eventos de alfombra roja a los nominados al Oscar. Uno de ellos fue el “zapato del millón de dólares”, unas sandalias de platino adornadas con 464 diamantes que usó Laura Harring en los premios de la Academia de 2002.

En los años transcurridos desde entonces, celebridades y miembros de la nobleza como Beyoncé, Taylor Swift, Kate Middleton (duquesa de Cambridge), Megan Markle, (duquesa de Sussex), Gigi Hadid y Jennifer Aniston, entre otras, han usado sus zapatos.

En 2019 Amanda Seyfried asistió a un estreno en Los Ángeles con tacones de Stuart Weitzman. Foto: Ovidiu Hrubaru/Shutterstock

Weitzman ha utilizado materiales como corcho, vinilo, papel tapiz y oro de 24 quilates para sus diseños. Aunque los zapatos suelen ser de tacón alto, su objetivo siempre fue la funcionalidad y comodidad.

En su apogeo, Weitzman tuvo hasta 120 boutiques privadas y vendía en todo el mundo. Hasta el día de hoy, sus zapatos aún se fabrican en España, lo que le permite a la compañía mantener los precios entre un 30 y un 50 por ciento más bajos que otras marcas comparables.

El creativo también instó a su audiencia a retribuir. De hecho, él tiene una institución filantrópica en España y es miembro del patronato de la Fundación Hispanojudía, que tiene como objetivo construir puentes entre América Latina e Israel.

Los tacones nudistas

En 2015 Weitzman vendió su empresa a Coach por 574 millones de dólares. Dos años después, renunció y nombró a Giovanni Morelli como director creativo.

Una de las marcas más importantes de la compañía sigue siendo las de los zapatos Nudist que diseñó Weitzman hace muchos años: son tacones aguja con tiras delgadas y, a menudo, ridículamente altos.

Aún es posible verlos en todas las alfombras rojas y aunque otros diseñadores ahora hacen lo mismo, el estilo es sinónimo de la marca Stuart Weitzman.

Después de la charla, Blackburn se reunió con Keren Grinfeld, una diseñadora de moda israelí que estudia en Bezalel y que modeló los Nudist en el escenario.

Keren Grinfeld modela las sandalias Nudist de Stuart Weitzman en el Museo de Arte de Tel Aviv. ¿Se los quitará? Foto: Nicky Blackburn

Grinfeld aún calzaba esos zapatos y parecía reacio a quitárselos.

“¿Son cómodos?”, le pregunto la directora de ISRAEL21c en Español

“Bueno, son tacones altos pero son cómodos”, respondió.

“¿Qué te pareció la charla de Stuart?”

“Fue muy inspiradora. Tengo un negocio de moda propio y realmente estaba debatiendo qué hacer. ¿Debo ser comercial o hacer lo que amo? Ahora me doy cuenta de que debería es hacer lo que amo”, indicó.

A juzgar por los muchos diseñadores y aspirantes a creadores de calzado que esperaban para hablar con Weitzman después de su charla, Grinfeld no fue la única persona que salió del Museo de Tel Aviv con una mentalidad completamente nueva.