Luego de casi dos años de estrictas restricciones para volar a Israel el Gobierno anunció que desde el 1 de marzo los residentes extranjeros podrán ingresar al país independientemente de si están vacunados o no contra el COVID-19.

Esto indica que los niños pequeños pueden volver a visitar Israel.

La única condición para entrar a Israel es la presentación de una prueba de PCR realizada antes del despegue y tras el aterrizaje. Solo aquellos con un resultado negativo antes de despegar podrán seguir viaje.

Por otro lado, los ciudadanos israelíes ya no tendrán que someterse a pruebas de antígenos antes de salir del país y sólo se les requerirá que se hagan una prueba de PCR en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion cuando regresen.

Esta excelente noticia para la industria del turismo local fue anunciada el 20 de febrero por el primer ministro Naftali Bennett y el titular de Salud Nitzan Horowitz después de consultar con el ministro de Turismo Yoel Razvozov y los miembros del comité asesor sobre COVID-19.

“Vemos una constante disminución en los datos de morbilidad y por eso este es el momento de abrir (el turismo) de forma gradual ya que fuimos los primeros en el mundo en cerrar (la entrada)”, afirmó Bennett en relación con la temprana decisión de Israel de cerrar los cielos y cruces fronterizos al turismo exterior -18 de febrero de 2020- para detener la propagación del nuevo virus.

El mandatario añadió que “por el momento la situación en Israel es buena pero al mismo tiempo continuaremos monitoreando de cerca lo que ocurre y, en caso de una nueva variante, nuevamente actuaremos con rapidez”.