Italia puede haber inventado el helado pero los israelíes se han vuelto muy buenos en la producción de este tipo de postre tan popular.

Es posible que el caluroso clima que hay en Israel durante unos ocho meses al año podría ser la razón de la puesta al día del país con el buen gusto para las cremas heladas.

En Israel a las heladerías se las llama “gliderías” (viene de “glida”, que significa helado en hebreo). Si bien no hay tantas como en otros sitios, muchas de ellas son realmente geniales.

También hay gustos muy sabrosos como Ferrero Rocher, cheesecake con frutos del bosque y sorbetes de limón-menta o maracuyá.

Hoy la tendencia son las heladerías “gliderias”. Solo en Haifa, donde viví durante más de una década, hay dos locales que venden helados artesanales que me hacen emocionar.

Uno de ellos, Eissalon, rinde homenaje a una herencia alemana menos conocida de la fabricación de helados que hace que la gente espere en fila para que se abran las puertas. Ubicada en los límites del el bosque de Carmel en la parte superior de la ciudad, esta heladería fabrica sabores como german lager y labane-zaatar (pueden encontrar mi versión de este helado más abajo).

Heladería Eissalon en Haifa. Foto: Sion Liani

La otra opción es Delicato cuyas instalaciones se encuentran cerca del mar Mediterráneo en el Centro Castra de Haifa. Esta pequeña heladería creada por inmigrantes italianos vende sabores como naranja, aceite de oliva y sal; y mozzarella y albahaca; pero también jalá dulce y sandía-feta, un homenaje al verano israelí.

Como muchas otras, estas “gliderías” usan a diario su creatividad con una rotación constante y recambio de sabores de helados.

Es cierto que los helados veganos nacieron en Tel Aviv, pero estas maravillas sin leche se extendieron con rapidez a las ciudades más pequeñas a medida que fue creciendo la demanda de opciones sin lácteos más elaboradas que los típicos (aunque no menos sorprendentes) sorbetes de fruta de estación.

Por otra parte está el yogurt congelado israelí que recuerdo haber probado una noche en la ciudad cuando era una adolescente estadounidense que estudiaba en Jerusalén. Hechos con yogurt especiado y graso, estos helados se baten con ingredientes como  trozos de halva, nueces confitadas, fruta fresca y barras de caramelo Mekupelet (chocolate en rama).
Sin duda se trata de una celebración de la tradición de Israel de producir y disfrutar ricos productos lácteos de una manera única y diferente.

Hubo un tiempo en el pasado no muy lejano en que el “helado negro de carbón” estaba de moda en Tel Aviv pero en estos días hay algunas cosas más en el menú.

Anita Gelato, toda una institución de Tel Aviv famosa por sus exóticos sabores como el tomate cherry hasta el pavlova, ahora promueve una nueva línea de ricas opciones en proteínas que parecen mucho más prácticas dadas estas tiempos inciertos.

Foto de Anita Gelato: Afik Gabay/Haifa Street Food Tours

Con la cuarentena y las restricciones por COVID-19, las heladerías tuvieron que apelar al ingenio para sobrevivir. Y muchas comenzaron a producir nuevos sabores y entregarlos a domicilio.

En la víspera de Pesaj yo misma recibí en mi casa un kilo de helado de la heladería Golda  como regalo festivo de mi cuñada.

Postre helado de castañas de cajú saladas de Golda. Foto: Afik Gabay/Haifa Street Food Tours

En un mundo dominado por las redes sociales, ni siquiera los helados se salvan de la política. Pueden ver esto en la cuenta de Instagram de la famosa heladería judía y árabe Buza en Maalot Tarshiha en el oeste de Galilea.
Sus dueños expresaron su apoyo a la marca de tahini Al-Arz, que recientemente se manifestaron a favor de los derechos de LBTGQ en la comunidad árabe-israelí.

Nacida en 2012, Buza ofrece opciones que incluyen un camión de helados especial para eventos pequeños y servicios de entrega y recogida.

En caso de que tengan poco dinero para gastar – como muchos de nosotros en la actualidad- aquí les paso una buena receta para hacer en casa.

Si no tienen una máquina de hacer helados, mejor probar mi sorbete de granada y menta, que es muy refrescante en las noches calurosas. Es más, en breve esta receta aparecerá en un video de la serie Tayim de ISRAEL21c.

Sorbete de granada y menta. Foto: Jessica Halfin.

Helado de labane y zaatar

Ingredientes

2 tazas de leche entera

1 taza de crema espesa

1 taza de leche entera de oveja o yogur de leche de vaca

2/3 taza de azúcar

2 cucharadas de miel

1 pizca (1/8 de cucharadita) de sal

5 yemas grandes

1 cucharada de extracto de vainilla

Pocas gotas de extracto de almendras

1 cucharada de licor de café, (opcional ya que se suma al cálido sabor de vainilla)

Y también…

1 cucharada de mezcla de especias secas de zaatar

2/3 cucharadita de sal (verificar primero que la mezcla de especias no contenga sal)

2 cucharaditas de aceite de oliva

Helado de labane-zaatar casero de Jessica Halfin en un cono. Foto cortesía

Instrucciones:

1. Congelar el tazón de helado de acuerdo con las instrucciones del fabricante.

2. Para hacer la base de helado, en una olla mediana a fuego medio, poner la crema, la leche, el azúcar, la miel y la sal. Revolver y llevar a fuego lento.

3. Mientras tanto, separar los huevos. Poner las yemas en un tazón mediano y reservar las claras de huevo para después.

4. Agregar lentamente cerca de ½ taza de la mezcla de leche caliente a las yemas mientras se bate con la otra mano.

5. Batir la mezcla de yemas calientes en la mezcla de leche caliente.

6. Continuar cocinando la mezcla hasta que espese lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara de madera (entre 3 y 5 minutos).

7. Colar la mezcla caliente con un colador de malla fina sobre un tazón grande. Licuar con licuadora de mano para conseguir una textura extra suave.

8. Dejar enfriar a temperatura ambiente, luego cubrir y enfriar durante la noche.

9. Al día siguiente, retirar el tazón de helado del congelador y configurarlo según sea necesario. Encender la máquina de helados y solo luego verter la base de helado. Dejar que el helado gire a velocidad media durante 30 minutos.

10. En este punto, el helado debe tener una consistencia suave. Transferir a un recipiente hermético e incorpore el zaatar, la sal y el aceite de oliva con una espátula de silicona.

11. Poner la mezcla en el congelador hasta que esté firme (entre 4 y 6 horas).​