¿Se imaginan poder colocar un cartucho en la impresora de inyección de tinta e imprimir una piel personalizada para ocultar una cicatriz o una imperfección en lugar de cubrirla con maquillaje o someterse a una cirugía estética?

¿Pueden imaginar a los cirujanos imprimiendo la piel de las víctimas de quemaduras para poner fin a los dolorosos injertos?

Bien, esa tecnología está en desarrollo en Rehovot en el laboratorio del empresario e inventor en serie Oded Shoseyov, profesor de la Universidad Hebrea.

Sí, Second Skin es una película nanodelgada que imita los tonos de piel saludables naturales, los rasgos, la estructura 3D y características tales como pecas, lunares o tatuajes.

El producto inicial de este “maquillaje digital” de venta libre para uso doméstico sería una suerte de tatuaje temporal que desaparecería en entre 10 y 14 días a medida que la piel se desprende naturalmente de sus capas externas.

“Te tomas una foto. Luego abres Photoshop en tu computadora y dibujas tu maquillaje preferido. Una vez que estás completamente satisfecho con el resultado, presionas el botón”, explicó Shoseyov.

El archivo se transmitiría a la impresora existente en la que el cartucho de tinta normal se reemplaza con uno de tinta de queratina y melanina, los componentes de la capa superior de la piel, y el papel se cambia por una nanopelícula.

La queratina es una proteína mientras que la melanina es una familia de pigmentos que dictan el color de la piel. Ambas tienen propiedades protectoras.
Después de todo -recordó Shoseyov- la piel es el órgano más grande del cuerpo y es la que protege del sol, las infecciones y la deshidratación.

“La motivación fue que en Israel tenemos muchos jóvenes que tienen cicatrices después de experimentar traumas en las guerras. Y pensé que podíamos hacer algo mejor por ellos. No se trata de un gran número de personas y por ello creemos que la industria cosmética también puede estar interesada, lo que aumentará las posibilidades de que dicha tecnología se comercialice de forma masiva”, dijo el inventos.

Adiós a los injertos clásicos

Cuando una gran área de piel es destruida por un traumatismo o una quemadura, los posibles tratamientos incluyen injertos de piel del paciente, de un banco de piel o de tejido cultivado en laboratorio.

Sin embargo, se trata de un proceso largo, doloroso y costoso. Además, afirmó Ilya Pittel, vicepresidente de desarrollo comercial de Yissum (el brazo de transferencia tecnológica de la Universidad hebrea), el aspecto y la funcionalidad de la piel no son los mismos que antes de la  lesión.

“Lo que Second Skin hace de forma tan inteligente es replicar la estructura tridimensional de la piel en la que las capas externas están incrustadas en la dermis”, le contó Pittel a ISRAEL21c en Español.

El profesor Oded Shoseyov. Foto cortesía de la Universidad Hebrea

Por su parte, Shoseyov explicó que antes de un injerto de piel, los cirujanos desbridan las células muertas del tejido quemado o dañado, lo cubren con un vendaje y esperan de siete a diez días hasta que crece tejido nuevo debajo.
Luego quitan el vendaje -en general un proceso muy doloroso- y luego hacen el injerto de piel. Desafortunadamente, el resultado final no es el ideal.

En ese sentido, Second Skin podría brindar un injerto que coincida exactamente con el tamaño y la forma de la herida, y el tono de la piel del paciente.
Shoseyov indicó que podría imprimirse en el quirófano mientras se desbrida la herida.

Mientras se imprime, el cirujano extraería algunas células grasas del paciente y tomaría de ellas células madre mesenquimales regenerativas.
Estas células madre se colocarían en el “andamio” de Second Skin y luego se cubriría la herida.

Shoseyov expresó que espera que una piel perfectamente normal reemplace a la de Second Skin ya que esa se exfolia de forma natural en dos semanas.

Chen Nowogrodski, miembro del laboratorio del profesor Oded Shoseyov. Foto cortesía de Chen Nowogrodski

Para Shoseyov, y los miembros del laboratorio Chen Nowogrodski e Ido Simon el injerto es un objetivo a mucho más largo plazo. Por ahora, están perfeccionando el proceso de estampación casera de la piel.

Además, trabajan con el experto en nanotecnología de la Universidad Hebrea, el profesor Shlomo Magdassi en la integración de componentes electrónicos en Second Skin.

Shoseyov señaló que el control de la salud es un caso de uso obvio para la piel electrónica. Otra posibilidad es reemplazar el sello de mano similar al de los parques de diversiones y clubes nocturnos con un pequeño parche que tiene una etiqueta RFID para rastrear la presencia y cobrar las entradas y compras.

La realidad virtual recreativa es otro caso de uso potencial.
Con la electrónica incrustada en un parche facial de piel electrónica el usuario podría “sentir” el viento frío silbando mientras practica esquí virtual.

Pittel señaló que Second Skin se puede imprimir en 3D, lo que significa que la fabricación es versátil y se puede llevar a cabo en una amplia gama de lugares como farmacias, hospitales o en el hogar para aplicaciones de cosméticos tópicos.

“Estamos considerando comercializar esta tecnología a través de una startup o con una licencia para una empresa de cosméticos o injertos de piel”, indicó Pittel.

Si se convierte en una startup, Second Skin sería la compañía 18 de Shoseyov. Entre otras empresas emergentes que el emprendedor serial ayudó a fundar están Melodea (revestimientos de envases sustentables a partir de nanocristales de celulosa), Paulee CleanTec (soluciones ecológicas para la gestión de desechos animales y humanos), GemmaCert (análisis instantáneo de potencia de cannabis y cáñamo), BioBetter (una plataforma a base de tabaco para producir factores de crecimiento para carne cultivada en masa) y SavorEat (tecnología robótica para crear comida rápida impresa de fuentes vegetales).