Agua. Todos la necesitamos. Todos la usamos. Todos la desperdiciamos. Creemos que siempre la tendremos.

Pero su carencia e higiene, debido a sequías, mal manejo o descuido, está causando problemas en muchas regiones del mundo. Y, tarde o temprano, lo puede afectar a usted.

El agua y cómo Israel puede servir de modelo para otros países para su conservación es el tema de un libro libro publicado recientemente en Estados Unidos, Let There Be Water (St. Martin Press), escrito por Seth Siegel. El libro, un éxito de librería en Estados Unidos, analiza también el problema de la crisis de agua en otros países y lo que están haciendo para resolverlo.

Siegel es abogado, escritor, conferencista y empresario, cuyos artículos sobre agua, seguridad nacional y política han aparecido en varias publicaciones en Estados Unidos.

En una entrevista telefónica desde Nueva York, donde vive, Siegel dijo que tres países de Latinoamérica —Colombia, Guatemala y Paraguay— reciben asistencia en tecnología del agua del gobierno de Israel a través de MASHAV (siglas en hebreo de Organismo de Cooperación Internacional de Israel), un organismo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Periódicamente organiza seminarios de estrategias de manejo del agua. Al último, que se realizó en noviembre del año pasado, asistieron 24 expertos de 10 países de Latinoamérica.

Cientos de países más compran tecnología de Israel para el manejo de aguas, agregó.

Los países de Latinoamérica, de una forma u otra, enfrentan crisis en el manejo del agua, aunque no hay uno que esté en mejores o peores condiciones que los demás.

“Casi todos tienen severos problemas, pues está contaminada y debe ser limpiada”, dijo Siegel.

En la Ciudad de México, por ejemplo, agregó, se han bombeado excesivamente las reservas subterráneas, lo que ha causado problemas al suministro. Otro ejemplo de una ciudad en crisis que dio es Sao Pablo, la más populosa de Brazil, con una población de más de 11 millones de habitantes.

A principios del año pasado, la capacidad del principal embalse de la ciudad bajó a 5%, escribe en el libro y, puesto que la electricidad de la región es producida por energía hidroeléctrica, las turbinas que la generan carecían de suficiente potencia.

El resultado: apagones que afectaron a Sao Pablo y a ocho estados aledaños también, además de escasez. Ésta fue tan grave que los habitantes no pudieron ducharse o descargar los inodoros por varios días, escribe en un aparte dedicado a la ciudad. Siegel se pregunta en el libro cuál será el futuro de ésta, un centro financiero de gran importancia, si la crisis no se soluciona.

Otro ejemplo que mencionó en la entrevista de una ciudad en crisis es el de Buenos Aires, donde el agua es abundante, pero que nunca ha sido manejada correctamente. “Como consecuencia de eso hay un gran problema con el suministro”, dijo.

La laguna del Neusa, al norte de Bogota, sirve las necesidades de la ciudad y poblaciones cercanas. Foto de Daniel Santacruz.
La represa del Neusa, cerca a Bogotá, sirve las necesidades de la ciudad y poblaciones aledañas. Foto de Daniel Santacruz.

Al preguntársele por qué en Latinoamérica, a pesar de que abundancia de ríos, lagos y lluvia, muchos no tiene acceso a agua, Siegel dio varias razones. Una de ellas, dijo, es que donde hay agua abundante la población es escasa, como el caso del Río Amazonas, uno de los más grandes del mundo. La segunda es que la gente ha dado por hecho que siempre habrá agua y por eso no la ha controlado o protegido. “Creen que es como el aire o los rayos del sol, y no han sido cuidadosos”, agregó.

‘Creen que es como el aire o los rayos del sol, y no han sido cuidadosos’.

Otro problema es que se necesita más agua a medida que la población y el bienestar de la población aumentan, dijo.

Todo ser humano debe tener derecho al agua para higiene y subsistencia, pero éste no debe ser ilimitado, agregó.

“La gente no protege el agua en un sistema donde ésta es gratis, así que opino que la gente debe tener derecho al agua, pero no a agua gratis”, dijo. “Donde es gratis, la gente no la cuida”.

De igual manera, tampoco debe ser gratis para los agricultores, pues así no tendrían un incentivo para ser cuidadosos con su suministro, agregó. En partes del mundo donde el agua es barata, lo que el consumidor paga se destina al presupuesto público y no para construir sistemas de agua adecuados, como ha hecho Israel, que la mantienen limpia y abundante, dijo.

El éxito de este país, que es 60% desierto y el resto semiárido, en cuanto a la preservación del agua se debe a varios factores, escribe Siegel en el libro. Algunos son el reuso de agua lluvia y aguas residuales para cultivos, y la desalinización de la de mar. Desde el 2000 ha exigido que los inodoros en construcciones nuevas tengan un sistema doble de descarga.

Por otro lado, ofrece incentivos económicos a empresas que ahorren agua, usa irrigación de goteo en varios sectores de la agricultura y desalienta el ajardinamiento de parques y residencias que usan agua fresca. Israel exporta agua a Jordania a los territorios de la Autoridad Palestina.

Entre las recomendaciones que hizo Siegel en la entrevista para ahorrar agua están el uso de irrigación de goteo en la agricultura, que fue desarrollada en Israel, reducir la cantidad de escapes en las tuberías y tratar aguas residuales y destinarlas para la agricultura. Sugirió también educar al consumidor y usar tarifas adecuadas para controlar la demanda. En países más adelantados se puede desalinizarla.

Según un estudio de la Comisión Nacional del Agua, una entidad gubernamental con sede en la Ciudad de México, en Latinoamérica hay desigualdad en las tarifas. Citando estadísticas del 2000, el estudio dice que los residentes de bajos ingresos pagaron entre 1.5 y 2.8 veces más por ella que los de estratos más altos. Sin embargo, la calidad de la de aquellos fue inferior, cuyo consumo puede causar diarrea, especialmente en niños.

Siegel se interesó el tema de la tecnología del agua hace cuatro años y entrevistó a más de 200 personas, la mayoría en Israel, para escribir el libro, que ha sido traducido al hebreo, al japonés y al chino.

Espera viajar a Latinoamérica cuando sea traducido al español y al portugués.