Desde hace mucho tiempo, la comunidad médico-científica internacional dice que los bebés expuestos a la anestesia general durante los partos por cesárea tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas de autismo. Sin embargo, hasta ahora, la razón era un misterio.

Recientemente, un grupo de investigadores de Israel afirmó haber descubierto la causa: no es la cirugía en sí sino la anestesia la que causa el aumento del riesgo de autismo.

Este revelador descubrimiento fue detallado en el documento “La exposición a la anestesia general puede contribuir a la asociación entre el parto por cesárea y el trastorno del espectro autista”, publicado en The Journal of Autism and Developmental Disorders por investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Neguev y médicos del Centro Médico de la Universidad Soroka, ambos de Beer Sheva.

«Durante muchos años supimos que los niños nacidos por cesárea corren un mayor riesgo de volverse autistas pero no habíamos podido determinar por qué», explicó el doctor Idan Menashe, del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Ben Gurion (BGU) y el Centro Zlotowski para Neurociencias.

«Las cesáreas realizadas con otros tipos de anestesia, como la sedación epidural o espinal, son relativamente seguras» – doctor Idan Menashe – Universidad de Ben Gurion

El científico aseguró que la investigación actual muestra que la exposición a la anestesia general utilizada para realizar una cesárea -en lugar de la operación en sí misma- puede ser la causa de los problemas de comunicación desarrollados por millones de niños. «Esto es importante porque nuestros hallazgos resaltan la razón potencial de la asociación entre la cesárea y el autismo. Y sugieren que las cesáreas realizadas con otros tipos de anestesia, como la sedación epidural o espinal, son relativamente seguras», añadió Menashe, que también es el director científico del Centro Nacional de Investigación del Autismo de la BGU.

El estudio, dirigido por Menashe y realizado por un equipo interdisciplinario de ese centro, comparó los registros de nacimiento de 347 niños con trastorno del espectro autista (TEA) y 117 niños con otros retrasos en el desarrollo con los de otros 2.226 niños que no sufrían este tipo de patologías.

El análisis de los registros demostró también que el riesgo de autismo asociado con la anestesia general no está relacionado con el motivo original de la cirugía, ya sea por elección o por complicaciones médicas.

Además, el equipo descubrió que la asociación entre la exposición de un niño a la anestesia general y el desarrollo de TEA es particularmente evidente en relación con el tipo de autismo más grave.