En la sociedad tradicional beduina, las mujeres están restringidas al hogar y tienen pocas oportunidades de ganar dinero. Para 15 mujeres del pueblo beduino de Hura, en el sur de Israel, un emprendimiento social llamado iota Project abre una ventana a un futuro mejor para ellas y sus familias.

“Una mujer nos dijo que su hijo va a ir a la universidad gracias a iota. Y que no es solo por el dinero que gana sino también porque el hecho de estar trabajando le da voz y voto en las decisiones del hogar», explicó Tal Zur, directora creativa del proyecto en el que las mujeres aprenden a tejer elementos únicos como asientos, alfombras, columpios y cestas decorativas que se venden a hogares, hoteles y negocios.

Cestas tejidas en el iota Project. Foto: cortesía.

La filántropa israelí Shula Mozes comenzó el proyecto con el objetivo de establecer un movimiento para mujeres desempleadas en todo el mundo. Así, le pidió a Zur, una diseñadora industrial, que la ayudara a identificar una habilidad que las mujeres beduinas podrían aprender para ganar un salario justo trabajando desde casa.

Zur decidió que el tejido crochet sería perfecto. Esta artesanía tiene un «lenguaje» internacional similar a las notas musicales y no requiere ningún equipo adicional que no sea hilo y aguja.

¿Pero qué tejerían las mujeres? Durante un viaje a Boston, Zur quedó cautivada por una exhibición de arte textil a gran escala.

“¡Me emocioné mucho! Llegué a casa y le dije a Shula: ‘No sé lo que tenías en mente pero no quiero que estas mujeres hagan escarpines en crochet’. Shula voló a Boston para ver la exhibición y dijo: ‘Hagámoslo’”, le contó Zur a ISRAEL21c.

Un puf de Iota hecho de cientos de “flores” tejidas en crochet. Foto: Ronen Mangan

 

Zur y Mozes buscaron mujeres israelíes de cualquier etnia dispuestas a comprometerse a largo plazo con el proyecto a cambio de un salario y beneficios.

A través de un amigo de Facebook, Zur se conectó con Muhammad al-Nabari, el ex alcalde de Hura con visión de futuro. “Dijo que ayudaría si prometía proporcionar un empleo estable para que las mujeres pudieran confiar. Es que les han prometido muchas cosas y, a menudo, las han decepcionado», relató Zur.

Un columpio de madera y crochet de Iota. Foto: Noam Preisman

Cada semana, Iris Dayan Moalem, miembro del personal de Iota, viaja a Hura para traer suministros, dar orientación sobre la técnica especial de Iota y recoger las piezas terminadas para ensamblar en el estudio. En la actualidad, el programa emplea a cinco mujeres a tiempo completo y a otras diez a tiempo parcial.
Todas tienen entre 30 y 65 años.

La mira en otros países

Menos de cinco años después del lanzamiento, iota crece más allá de Israel.

Alrededor de 20 madres refugiadas sirias en Estambul están trabajando con iota, supervisadas por una filantropa local. Mientras tanto, Zur está buscando socios para ayudar a establecer y supervisar comunidades Iota en Perú o Colombia.​

En latín, Iota significa “segmento” y se refiere a cómo se construyen los productos y cómo, poco a poco, el proyecto mejora vidas.

“Las iniciativas sociales tienen una economía circular: todos los ingresos

Una mujer miembro del proyecto Iota. Foto: Via Tolila

que obtiene Iota se invierten allí mismo y en otros proyectos similares pero hay otro tipo de economía circular en la forma en que el proyecto puede conducir a avances para las mujeres”, explicó Zur.

 

Las mujeres pueden usar su nueva habilidad para sus propios propósitos creativos: por ejemplo, una participante teje almohadas y alfombras para su familia usando un “hilo” que hace con camisetas viejas trituradas.

El dinero que ganan también les otorga cierta independencia. “Una mujer nos dijo que ganaba lo suficiente para comprar camas para sus dos hijas e incluso las eligió ella misma”, narró Zur.

Hay otros efectos dominó. Mientras que las esposas beduinas rara vez socializan con mujeres que no sean sus hermanas, las trabajadoras de Iota tienen una salida social semanal entre ellos.

Algunos efectos tardarán más en verse. El hijo de la empleada de Iota que comienza la universidad en la cercana Beersheva puede algún día regresar a Hura con una perspectiva diferente sobre las mujeres.
Tal vez él elija casarse con una sola esposa y tal vez le permita conseguir un trabajo o una licencia de conducir.

Zur subrayó que los maridos de todas las participantes apoyan el empleo de sus esposas en Iota. “No estamos juzgando su estilo de vida. Solo tratamos de comprender qué necesitan y cómo podemos ayudar”, añadió.

Mucha demanda de los artículos hechos a mano

Inspirados en los colores y estructuras de la naturaleza, los artículos de Iota incorporan cientos de flores de crochet hechas de hilos hechos a medida en una pequeña fábrica de Tel Aviv. “Estos hilos especiales se convierten en parte de nuestra historia y nos permiten hacer mucho trabajo personalizado desde el hilo hasta el producto final”, manifestó Zur.

Taburete de crochet de Iota. Foto: Ronen Mangan

Antes de la pandemia, ISRAEL21c visitó la nueva sala de exposición de Iota Project durante una gira de moda de TLVStyle con Galit Reismann. El estudio, inaugurado oficialmente el 10 de septiembre de 2019, se encuentra en un edificio de piedra con arcos en el casco antiguo de Yago, en la calle Hatsorfim 12.

Un columpio de Iota colgado en el estudio de Yafo. Foto: Itay Benit

Sentada en un colorido puf de ganchillo, la diseñadora principal de productos de Iota, Noa Curiel, contó dijo que las inusuales y llamativas creaciones no tardaron en llamar la atención. En la feria internacional Maison & Objet en París, los líderes del proyecto conocieron al diseñador textil de Peugeot, lo que llevó a que una alfombra de Iota hecha a mano adornara el piso del prototipo autónomo de Peugeot que se exhibió en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2017.

“Nos emocionó mucho que nuestro instinto tuviera razón: los artículos hechos a mano están siempre de moda y no pasarán de ella a pesar de que todo es hoy tan industrial. La gente todavía valora un objeto hecho por alguien que tiene vida”, opinó Curiel.

Alfombra realizada por Iota Project. Foto: Ronen Mangan

 

 

Para la Semana del Diseño de Jerusalén en 2017, Iota diseñó un “bosque textil” específico para el sitio en el centro de arte Hansen House, encargado por el Museo de Israel.

En abril de 2017 y 2019, Iota fue elegido para participar en la feria de diseño Salone Del Mobile en la Semana del Diseño de Milán.
Además, Iota fue una de las marcas presentadas en la Galleria Multiplex del diseñador británico de iluminación y muebles Tom Dixon en Milán en 2017.

“Tom nos dijo que en el futuro del diseño, la gente querrá que las cosas se hagan de forma ética”, le dijo Curiel a ISRAEL21c.

Hoy ya se puede encontrar diseños de Iota decorando hoteles como Six Senses en Ibiza. “Trabajamos con diseñadores de interiores y arquitectos para proyectos residenciales y comerciales en todo el mundo”, explicó Zur.

Los productos de Iota se pueden comprar en el estudio, en el sitio web de 1stdibs y en unas 20 tiendas en Europa.

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