Un revolucionario metaanálisis de estadísticas recopiladas entre 1973 y 2011 revela que la concentración de esperma ha bajado más de la mitad entre los hombres de países occidentales, según un estudio publicado recientemente en Human Reproduction Update.

La investigación —la primera revisión sistemática de tendencias en el conteo de esperma— fue dirigida por el doctor Hagai Levine, director del Monitor de Salud Ambiental de la Escuela Braun de Salud Pública y Medicina Comunitaria de la Universidad Hebrea y el Centro Médico Hadassah.

Levine trabajó con la doctora Shanna H Swan, profesora en el Departamento de Medicina Ambiental y Salud Pública de la Escuela Icahn de Medicina, en el Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, e investigadores de España, Brasil, Israel, Dinamarca y Estados Unidos.

Los resultados indican enfáticamente que hay un considerable retroceso en la salud reproductiva masculina, con graves implicaciones que se extiendan más allá de la fertilidad y la reproducción, pues datos recientes demuestran que los hombres con semen de baja calidad podrían tener un riesgo más alto de hospitalización y muerte a causa de varios problemas de salud.

«Dada la importancia del conteo de esperma para la fertilidad masculina y la salud humana, el estudio es una llamada urgente para que investigadores y funcionarios de salud pública del mundo estudien las causas de esta merma en la calidad del semen, que es continua, con miras a prevenirla», dijo Levine.

¿A qué se debe la merma?

Cuando los investigadores examinaron 7.500 estudios e hicieron un análisis de metarregresión de 185 de ellos entre 1973 y 2011, descubrieron una reducción del 52,4% en la concentración de esperma y un 58,3% en el conteo de esperma total entre hombres de Norteamérica, Europa, Australia y Nueva Zelanda. Los hombres no fueron seleccionados por razones de fertilidad.

El estudio también indica que la tasa de disminución entre ellos no se está deteniendo. En contraste, no se han visto descensos de importancia en Sudamérica, Asia y África, aunque se han hecho menos estudios en esas regiones.

Si bien se han reportado descensos en el conteo de esperma desde 1992, el tema ha sido motivo de controversia debido a las limitaciones de estudios anteriores.

El estudio actual se basó en un alcance más amplio y en rigurosos métodos de metarregresión, y consideró la fiabilidad de los resultados, que son controlados por factores que podrían explicar la disminución, como edad, períodos de abstinencia sexual o selección de la población objeto del estudio.

Los investigadores no examinaron las causas de la disminución. Sin embargo, el conteo de esperma ha estado asociado con influencias ambientales y de estilo de vida, incluidas la exposición a químicos del feto o a pesticidas en adultos, fumar, el estrés y la obesidad.

“La disminución en el conteo de esperma ha sido motivo de mucha preocupación desde que se observaron los primeros indicios hace 25 años. Este decisivo estudio muestra, por primera vez, que la disminución es marcada y continua. Que la merma se observe en países occidentales sugiere claramente que los químicos en los productos que compramos juegan un papel de causalidad en esta tendencia», explicó Swan.

“Nosotros y otros grupos de investigación estamos estudiando la asociación entre la mala calidad del semen, o la función del esperma, y los resultados fetales”, dijo Levine a ISRAEL21c.

En el estudio participaron investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Ben-Gurion en el Negev, en Beersheva, y científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Murcia, España; la Universidad Federal de Paraná, en Curitiba, Brasil; y la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.