No muy lejos de Yeruham, en el cruce de Ruhot en el sur de Israel, está la granja Eshkolot, fundada en 2009 por Simcha y Roni Marom.

Ambos se mudaron a esta zona cerca de Mitzpé Ramon después del retiro de Roni del ejército y erigieron su granja basada en la agricultura bíblica.

La pareja pudo arrendar una parcela administrada por la Autoridad de Tierras de Israel con un contrato renovable de 25 años a través de un programa destinado a desarrollar el ecoturismo en el área.

El sueño comenzó con Roni, que pasó parte de su infancia trabajando en la agricultura con su padre en el Néguev occidental.

Después de que Roni fuera elegido alcalde de Mitzpé Ramon en 2013, Simcha, exprofesora de educación física convertida en agricultora, decidió continuar con el proyecto.

Hoy es Simcha quien dirige la granja de acuerdo con las leyes judías de agricultura particulares de la tierra de Israel.

Allí incorporó un fuerte componente educativo, usando métodos de cultivo más sostenibles desde el punto de vista ambiental, sin productos químicos ni pesticidas artificiales, y dejando que las flores silvestres crecieran libremente.

La Granja Eshkolot de Simcha y Roni Marom se administra de acuerdo con las leyes bíblicas de la agricultura. Foto: Judith Sudilovsky

“Así es como comencé una nueva vida hace ocho años. No le temo al trabajo duro. No tengo miedo al sol; yo nací en Eilat. ‘¿Qué tan difícil puede ser?’, me pregunté. Y sí, ha sido muy complicado”, dijo Simcha.

Después de todo, ¿qué podría ser más desafiante que ser agricultora en el desierto de Néguev?

Conectar con sus raíces

Pero este desafío conectó a Roni y Simcha Marom con sus raíces (ambas nacieron en Eilat, la ciudad más al sur de Israel) y con la visión del primer jefe de Gobierno de Israel David Ben Gurion, que hizo su propio hogar en el desierto del sur y dijo: “Es en el Néguev donde se pondrá a prueba la creatividad y el vigor pionero de Israel”.

Definitivamente, Simcha necesita creatividad y vigor para prevalecer. “Llueve poco y hay muchas dificultades con los robos y las condiciones climáticas difíciles en verano e invierno pero estoy aquí. Siento que soy un eslabón en la cadena de nuestra historia”, le dijo a ISRAEL21c en Español.

Poco a poco, la mujer estudió cómo plantar árboles y cosechar. Y aprendió sobre el aceite de oliva y el vino.

Como es un año de shmita (sabático), y la tierra se deja en barbecho, los campos están llenos de malas hierbas.

Durante el año sabático, la granja Eshkolot permanece en barbecho. Foto: Judith Sudilovsky

Un milagro de la naturaleza

“La belleza es increíble pero no todo lo de la naturaleza es de la gente. Algunas cosas son un milagro”, dijo Simcha sobre sus huertos, viñedos y campos donde cultiva las siete especies bíblicas: trigo, cebada, uvas, higos, granadas, aceitunas y dátiles.

Su olivar de 2.200 árboles incluye tres variedades diferentes: Siria, Picual y Barnea.

Estos se plantan de a docenas y en círculo para simbolizar las 12 tribus de Israel. Las dos altas palmeras datileras se llaman Boaz y Jachin para homenajear a los pilares del Primer Templo.

Hay también un pozo de 2.000 años de antigüedad frente a la granja y dos más cerca, a media hora de la frontera con Egipto.

Aceite de oliva Marom y vino Mishor producidos en Eshkolot Farm. Foto: Judith Sudilovsky

Eshkolot produce y vende cantidades limitadas de aceite de oliva del desierto, embotella sus propios vinos Shiraz y Cabernet Sauvignon, y cultiva huertos de manzanas, peras y albaricoques con modernos métodos de riego, incluido un sistema subterráneo que utiliza agua reciclada.

“Cuando llegamos no había nada aquí. Renovamos este lugar después de 2000 años. Es que solo se vive una vez y esta es nuestra vida. Los sueños son para vivirlos”, finalizó la mujer.

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