Una de las imágenes más emblemáticas del Salvaje Oeste de EEUU es la de algún vaquero pastoreando su ganado en una extensa llanura.

Bien, Noam Azran es una versión israelí del clásico vaquero estadounidense. Es un apasionado ranchero que vive en la Alta Galilea pero que está dispuesto a renunciar al romanticismo de la pradera infinita para adoptar una tecnología que reducirá sus costos de pastoreo y le dará tiempo para estar con su familia.

BeeFree Agro, la compañía de Azran, desarrolla la solución “Joe”, un sistema autónomo de drones denominada como el primero en su tipo. Una especia de “clic y pastoreo” o “servicio de vaquero”.

ISRAEL21c habló pro Zoom con Azran, que junto a su socio Dvir Cohen se encontraban en Dubái mostrando su tecnología en Gitex, una de las únicas conferencias tecnológicas presenciales que se llevaron a cabo durante la pandemia.
Dubái fue clasificado como “país verde” durante la semana de la conferencia debido a su número relativamente bajo de infecciones por COVID-19.

El enfoque principal de BeeFree Agro es el uso de drones para ayudar a pastorear ganado, pero los emiratíes se interesaron en algo diferente: los camellos.

BeeFree Agro muestra cómo su tecnología de pastoreo de ganado puede funcionar con camellos. Foto cortesía de BeeFree Agro PR

“Tienen un problema con los camellos ya que cruzan la carretera y la gente choca con ellos. Con algunos ajustes, descubrimos que nuestro sistema también puede pastorear a este tipo de animales”, le dijo Azran a ISRAEL21c.

La empresa consiguió el cuarto lugar en la competencia Supernova de startups de la convención Gitex y ganó premio de 32.000 shekels (10.000 dólares).

BeeFree Agro ganó 10.000 dólares en la competencia de inicio de Gitex en Dubái, diciembre de 2020. Foto cortesía de BeeFree Agro PR

 

Un dron como perro pastor

Azran y Cohen ya venían usando drones desde hace algunos pero principalmente para asegurarse de que los bebederos estuvieran llenos de agua y las cercas estuviesen levantadas.

Pero notaron que las vacas se alejaban de los drones y se preguntaron si estos también podrían usarse para arrear el ganado, que siempre está alerta a los depredadores.
Así, cuando se acerca un caballo o un perro, instintivamente responden alejándose porque, según Azran, no ven ninguna diferencia entre un perro pastor, un vaquero o un dron.

“El ganado responde al movimiento del dron más que al sonido aunque a veces añadimos ladridos. Lo que importa es que los movemos con la menor cantidad de estrés posible. Si tratamos de asustar a las vacas sólo crearemos un desastre”, manifestó el empresario.

En 2014, Azran y Cohen lanzaron un prueba piloto con su propio ganado. “Pasamos de tener que contratar a dos o tres personas en el rancho a ser solo nosotros dos y en vez de trabajar hasta 18 horas al día, pudimos hacerlo entre 10 y 12 cada jornada”, indicó Azran.

Noam Azran y Dvir Cohen, cofundadores de BeeFree Agro. Foto cortesía de BeeFree Agro PR

Azran y Cohen se sentían ansiosos de mostrar a sus colegas ganaderos lo que habían desarrollado. Cuando lo hicieron , les encantó aunque eran vaqueros y no especialistas en tecnología.

“Conseguir que se conviertan en pilotos de drones profesionales no fue la solución. Nos dimos cuenta de que si íbamos a comercializar esto necesitábamos crear un sistema autónomo”, definió el vaquero moderno.

Todo con una aplicación

El sistema Joe está controlado por una aplicación móvil que pilotea el dron por el campo para explorar las rutas de pastoreo más eficientes. Luego solo resta hacer un clic para lanzar el dron.

Las cámaras en el dron dan una transmisión de video en vivo a la aplicación para que el ganadero sepa lo que está sucediendo en tiempo real. Las vacas (o camellos en el caso de Dubái) deben tener etiquetas GPS adjuntas para que el sistema pueda rastrearlas.

Estas etiquetas también juegan un papel preventivo. “Si hay un comportamiento anormal en una manada, si se acerca un depredador o alguien está tratando de mover a los animales a donde no deberían estar, el ganadero recibirá una notificación y puede enviar un dron para conseguir imágenes de video que le mostrarán quién está jugando con sus animales”, explicó Azran.

BeeFree Agro solo crea el software ya que el sistema está diseñado para funcionar en cualquier tipo de hardware de drones disponible en el mercado. De hecho, la empresa usa el dron DJI Mavic Enterprise 2 hasta ahora.

Los drones pueden volar hasta cinco kilómetros y uno solo puede mover hasta 1.000 cabezas de ganado. Además no tienen que permanecer en el aire todo el día.
De acuerdo con Azran, “los animales están bien solos la mayor parte del tiempo por lo que el dron puede salir y verificar de forma periódica la infraestructura para ver si las vallas están levantadas”.
El empresario añadió que mover una manada toma entre una y tres horas, dependiendo del tamaño de esta y del terreno.

El sistema de drones de BeeFree Agro no reemplaza por completo a los vaqueros. “Ningún ganadero querrá trasladar a una manada cuando no esté allí. Lo que hacemos es darles la capacidad de mover sus animales con un solo vaquero en lugar de cinco con caballos y perros. No estamos tratando de desconectar al ranchero de su tierra”, enfatizó.

Para Azran, reducir el número de ganaderos humanos es importante por otra razón: “Hay una escasez de mano de obra calificada en esta industria. La generación más joven, que se supone que continuará este proceso, está abandonando el campo. No quieren las jornadas de 18 horas”.

Objetivo: el Estado de Texas

Después de Israel, el primer mercado internacional de BeeFree será Texas, hogar del 10 por ciento de todo el ganado de EEUU.
Además, BeeFree apunta a tener entre 10 y 20 programas piloto en todo el mundo en 2021.

El mercado mundial de ganado vacuno se estima en unos 700 millones de cabezas de ganado.

¿Por qué Joe? El nombre proviene del perro pastor favorito de Azran y Cohen. “Joe muestra todas las características de un buen amigo pastor: es inteligente, leal, sigue órdenes, es autónomo y rápido”, señaló Azran.

Noam Azran y Dvir Cohen con el dron Joe en su rancho. Foto cortesía de BeeFree Agro PR

 

Al menos por un tiempo, los socios renunciaron a la vida ganadera para pasar a ser empresarios de tecnología. En enero del año pasado recaudaron unos 640.000 shekels (200.000 dólares), incluida una subvención de la Autoridad de Innovación de Israel y se mudaron a una oficina en Rosh Pina.

“La mayor parte de mi vida ha sido a caballo y con animales. Me casé en el rancho, los hijos de Dvir nacieron allí… Ahora nos toca salir al mundo en lo que es una experiencia muy diferente. Pero estamos totalmente comprometidos con esto ya que es algo”, declaró Azran.

Mientras aún eran ganaderos, Joe ayudó a Azran y Cohen a reducir los costos laborales en un 50 por ciento pero aún más que eso: les dio algo que puede ser menos cuantificable pero igualmente valioso. “Conseguimos más tiempo para estar con las familias y somos más felices porque tenemos una vida más saludables. Puedo irme a dormir por la noche sabiendo que mis animales están bien, y que si pasa algo, recibiré una notificación y tendré las herramientas para intervenir”, detalló el vaquero 2.0.