Por un momento, mientras hablaba con ISRAEL21c en Español a través de Zoom desde el hospital de campaña Shining Star (Estrella Brillante) de Israel en el oeste de Ucrania, Yoel Har-Even se distrajo. Una sirena comenzaba a sonar afuera.

“En general, cuando escuchamos una sirena tenemos que correr al refugio ubicado en una escuela y esperar unos 15 minutos”, dijo Har-Even, a cargo de la extraordinaria instalación sanitaria de 66 camas ubicada en Mostyska dentro de las devastadas fronteras por la guerra de Ucrania.

Sin embargo, al ser tan tarde, los 70 voluntarios israelíes que gestionan el hospital de campaña ya estaban a salvo dentro del edificio, por lo que permaneció en línea para hablar.

“En la mayoría de los casos atacan objetivos militares y no civiles”, dijo Har-Even. Y añadió que no había escuchado ninguna explosión.

Vista general del hospital de campaña israelí en Ucrania. Foto: Naama Frank Azriel

El israelí explicó que los rusos les pidieron que marcasen las tiendas de manera que los pilotos que sobrevuelen la zona puedan ver que se trata de un centro médico. “Pero no podemos confiar en ellos así que trajimos algo de seguridad de Israel. Tenemos vehículos de evacuación esperando afuera de la puerta, listos para partir con cascos y equipo antibalas”, explicó Har-Even, que ya trabajó en hospitales similares de las Fuerzas de Defensa de Israel en Ruanda y los Balcanes.

La Organización Mundial de la Salud informó de 31 ataques rusos contra instalaciones sanitarias en Ucrania entre el 24 de febrero y el 13 de marzo, por lo que se trata, dijo, de una precaución necesaria.

El doctor Yitshak Kreiss, director general del Centro Médico Sheba, con una madre ucraniana y su bebé en el hospital de campaña israelí Shining Star. Foto: Naama Frank Azriel

Los pacientes llegan sin parar

Hace pocos días que Israel abrió el hospital de campaña y, desde entonces, el hospital, operado por el Centro Médico Sheba, el Ministerio de Salud de Israel y Clalit ya trató a cientos de pacientes.

En la primera semana, el sitió se ocupó de la salud de más de 730 residentes y refugiados de otras partes de Ucrania y realizó 16.000 pruebas de laboratorio.
Las enfermedades y lesiones no están directamente relacionadas con la guerra.

“La gente llega sin parar. El primer día tuvimos 40, el segundo 160 y el primer Shabat, desde las 8 de la mañana hasta las 20, vimos a 170 pacientes”, contó Har-Even.

Pacientes esperan afuera del hospital de campaña israelí Shining Star en Ucrania. Foto: Naama Frank Azriel

Una de las pacientes era una niña que fue operada en Israel hace dos años por un problema renal y recientemente desarrolló otra complicación médica.

“Cuando su familia escuchó que los israelíes teníamos un hospital aquí en Ucrania, logró viajar 48 horas para vernos porque confía en el sistema médico de nuestro país. Y la pequeña y su mamá se quedarán con nosotros hasta que la niña mejore”, relató el voluntario.

El ortopedista Elhanan Bar On, director médico del hospital de campaña Shining Star de Israel, trató a un niño ucraniano de 14 años que se rompió el brazo jugando al fútbol. Foto: Naama Frank Azriel

El hospital, equipado con más de 100 toneladas de suministros médicos traídos desde Israel, cuenta con personal judío, musulmán y cristiano de hospitales israelíes, organizaciones de la salud y la red de emergencias Magen David Adom.

Más allá de los riesgos obvios de viajar a Ucrania -bajo fuego desde que Rusia la invadió el 24 de febrero- Har-Even, director de la división internacional del Centro Médico Sheba, no tuvo dificultades en reunir voluntarios para la misión Shining Star.

“Muchos miembros del equipo se sumaron desde aquí o tienen familia en Ucrania pero incluso los que no, estaban ansiosos por participar. Tuvimos que rechazar a algunos porque la respuesta fue conmovedora”, indicó.

Personal del hospital de campaña de Israel con un niño ucraniano. Foto: Naama Frank Azriel

Por su parte, el doctor Adam Lee Goldstein, jefe de cirugía de trauma en el Centro Médico Wolfson de Holón, afirmó que se ofreció como voluntario para la misión “para representar a Israel y mostrar que queremos ayudar y nos importa”.

Goldstein, nativo de Washington, manifestó que el equipo trabaja en estrecha colaboración con los médicos del hospital local. “Podemos usar sus quirófanos y aprender unos de otros. Damos cursos de trauma y de asistencia vital básica”, añadió.

Una misión sin precedentes

Este hospital temporario tiene la capacidad de albergar a 150 pacientes de forma simultánea e incluye una sala de emergencias, salas para hombres, mujeres y niños, instalaciones de trabajo de parto, tecnologías de imágenes y telemedicina, servicios de salud mental, un laboratorio, una farmacia y un consultorio ambulatorio.

“Los ucranianos están sorprendidos por lo que hemos levantado aquí. Nuestros objetivos eran altos y creo que logramos mucho más. El laboratorio que tenemos no tiene precedentes en la historia de los hospitales de campaña en el mundo. Es realmente un sitio increíble. Es un hito en la historia de la ayuda israelí en el extranjero”, expresó el profesor Elhanan Bar-On, director del centro de emergencias humanitarias y medicina en desastres del Centro Médico Sheba.

Se prevé que el hospital de campaña funcione durante al menos un mes pero Bar-On, que llegó a Mostyska el 7 de marzo para evaluar las necesidades antes de que llegara el equipo, deberá partir a Haití para otra misión.

“Tengo que hacerlo”

Para muchos israelíes, el deseo de ayudar a los ucranianos es profundamente personal porque muchos tienen sus raíces allí y Rusia pero también hay una historia más grande y más amarga.

En 1943, la mayoría de los 4.000 residentes judíos de Mostyska fueron asesinados por los nazis y los colaboradores ucranianos.

“Cuando le dije a mi madre que iba a liderar esta misión, su primera reacción fue: ‘No te dejaré que vayas’. Y le contesté: ‘Voy a cumplir 51 años en dos semanas. No me puedes detener’”, admitió Har-Even, padre de cuatro hijos.

Yoel Har-Even, líder de la misión del hospital de campaña de Israel en Ucrania. Foto: captura de pantalla

La madre de Har-Even no nació muy lejos de donde se encuentra el hospital de campaña. La zona es la ruta principal de Leópolis (Lvov) hacia Cracovia. Y su abuela sí a nació allí, porque la mayor parte de su familia proviene de esa área de Ucrania”,

“Nunca te detuve al momento de irte a misiones en todo el mundo. Fuiste al África, la India, Nepal, Kosovo… Te lo pido por favor, no te vayas. Si la abuela estuviera viva, te rogaría que no te fueras”, le suplicó la madre.

“Le dije que iría allí, por ella, por la abuela y por lo que pasó nuestra familia en el Holocausto. Si puedo cambiar aunque sea un poco la vida de las personas, como nadie lo hizo por mis padres y abuelos cuando estuvieron aquí hace 75 años, tengo que hacerlo”, dijo Har-Even, con la voz entrecortada por la emoción.

En su visión, los voluntarios llegaron en nombre del Estado de Israel y también como seres humanos y personal de salud que no olvidan lo que sucedió aquí hace 77 años. “Pero entendemos que tenemos un papel diferente en este mundo”, expresó Har-Even, que al llegar a Ucrania acudió con la delegación israelí y el alcalde de Mostyska al cementerio judío a rezar el kadish de duelo (oración judía de los dolientes).

Para él, la historia es el espíritu del pueblo judío y de Israel. “La historia es que somos un país que extendió su mano y envió a más de 70 voluntarios de todos los hospitales y servicios de saludos del país”, definió.

Sobre futuras misiones, Har-Even afirmó que el hospital de campaña Shining Star pasará a llamarse Hospital de Campo del Pueblo Judío.

“Será una instalación mundial que el pueblo judío puede enviar a cualquier parte, coordinada por Sheba. Con recursos muy limitados, podemos hacer mucho bien para mucha gente. Podemos darles dignidad, humanidad y calidez”, expresó.

La ayuda a Ucrania continúa

En paralelo a la misión en Ucrania, la iniciativa Sheba Beyond sigue tratando a refugiados ucranianos en Moldavia con soluciones de telemedicina que les permiten a los médicos en Israel diagnosticar y tratar a los pacientes de forma remota.

A la derecha, el doctor David Dagan, miembro del Ministerio de Salud de Israel, en el hospital de campaña Shining Star en Ucrania. Foto: Naama Frank Azriel

Además, y a pedido de la comunidad judía de Chisinau, un equipo de paramédicos, técnicos de emergencias médicas y médicos del Magen David Adom (MDA) y el Centro Médico Tel Aviv Sourasky levantaron una clínica de campo en Moldavia para refugiados ucranianos.

A la izquierda, Haim Levin, paramédico y jefe de la clínica de campo del Magen David Adom en Moldavia, y un voluntario de Zaka con un sobreviviente del Holocausto ucraniano de 100 años que fue llevado a la clínica en ambulancia desde Ucrania. Foto cortesía de MDA

Por su parte, la red israelí de primeros auxilios United Hatzalah ya transportó en avión a más de 2.000 refugiados ucranianos con personal capacitado para brindar asistencia médica en pleno vuelo.