Después de años de cargar baterías de casi 12 kgs de peso a las espaldas para mantener en funcionamiento el equipo de calentamiento de sangre para soldados heridos, dos paramédicos de las Fuerzas de Defensa de Israel juraron, cada uno por su lado, inventar una solución mejor.

Tuvieron la ocasión de conocerse hace ocho años y empezaron a colaborar en el desarrollo de una revolucionaria tecnología para lograr la mayor eficacia posible en el calentamiento de sangre y fluidos intravenosos, según Ariel Katz, director ejecutivo de ventas de QinFlow, la compañía que fundaron los dos en 2008. El nombre es una forma abreviada de Quality in Flow.

El manejo de la temperatura es crucial para salvar la vida de víctimas que han sufrido traumas, explicó Katz.

La hipotermia, que se presenta cuando la temperatura del cuerpo baja a 35 °C y que es mortal, afecta a un 67% de pacientes con trauma debido a la pérdida de sangre, sea cual sea la temperatura exterior. Debe tratarse rápidamente con fluidos calentados a la temperatura del cuerpo. Sin embargo, la sangre se almacena normalmente a una temperatura de 4 °C.

Cuando el sistema modular Warrior de QinFlow fue lanzado a principios de 2014, se presentó como la única solución portátil en el mercado que puede calentar fluidos desde los casi 0 °C, en condiciones extremas, a la temperatura del cuerpo en 11 segundos, sin importar el volumen del flujo. Se estima que puede suministrar de tres a cinco veces la cantidad de fluidos calientes por cada batería que cualquier otro dispositivo alternativo.

Ariel Katz, de QinFlow, demuestra el calentador en la Conferencia Médica de Dusseldorf, que se llevó a cabo recientemente. Cortesía.
Ariel Katz, de QinFlow, demuestra el calentador en la Conferencia Médica de Dusseldorf, que se llevó a cabo recientemente. Cortesía.

 

Además de operar con corriente alterna, el sistema Warrior es ligero, no requiere mantenimiento y está diseñado para acompañar al paciente desde el lugar donde se han producido las lesiones hasta la sala de emergencias, la unidad de traumatología, el quirófano, la zona de cuidados intensivos y la habitación del hospital.

Por esa razón no sólo las unidades móviles de búsqueda, rescate y transporte están comprando el dispositivo, sino también los hospitales, en su afán por ofrecer atención continua a sus pacientes.

Warrior está disponible a través de distribuidores en la mayor parte de Europa. Y tras obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos hace unos meses, la compañía está atendiendo pedidos para las unidades de evaluación de 15 centros de trauma de nivel uno, organizaciones de transporte de emergencias médicas por carretera y helicóptero, y el Ejército de Estados de los Unidos.

Cuando cada segundo es crucial

“En situaciones en las que cada segundo cuenta, un producto que empieza a funcionar con un solo botón de encendido, calienta los fluidos en segundos, no necesita ser calibrado ni capacitación intensiva para operarlo, ni tampoco necesita piezas de repuesto ni mantenimiento, y aun así ofrece rendimiento muy alto, es algo que los profesionales de los equipos de asistencia en emergencias aprecian muchísimo”, dijo Katz a ISRAEL21c.

El doctor Danny Epstein, especialista en medicina interna en el Centro Médico Rambam, en Haifa, utilizó el Warrior en el hospital de campaña de las Fuerzas de Defensa de Israel, que prestó servicio en Nepal tras el terremoto de 2015.

“Todos los pacientes con trauma que pierden mucha sangre sufren de hipotermia y cuando eso sucede, el proceso de coagulación se ve afectado y sangran más y la hipotermia es cada vez más intensa. Es un círculo vicioso”, explicó Epstein a ISRAEL21c.

“La temperatura de los fluidos y de la sangre es, por tanto, muy importante. Pocos dispositivos pueden calentar fluidos y sangre antes de llegar al hospital, pero hasta donde sé, este es el único que puede calentar sangre fría en pocos segundos, así pues ofrece gran ventaja”, dijo Epstein. “Es muy fácil de usar, y puede transportarse en ambulancia o helicóptero”.

Katz añade que los calentadores de sangre y fluidos intravenosos existentes para uso pre hospitalario tienen dificultades para funcionar en temperaturas por debajo de 20 °C, especialmente cuando se requiere un flujo elevado.

Y los dispositivos para calentar fluidos en el hospital son, con frecuencia, complejos para poner en marcha, necesitan hasta siete minutos para calentar, y no son lo suficientemente portables para acompañar al paciente por las distintas áreas de un hospital.

“Estas deficiencias tienen consecuencias letales para los pacientes traumáticos”, dijo el director ejecutivo de la compañía Dov Nachshon, que agregó que Warrior puede llevarse en una barra o en la camilla.

“Aunque los hospitales tienen a su disposición otras soluciones, prefieren utilizar nuestro sistema por su inmediatez, simplicidad y portabilidad”, dijo.

La sede de QinFlow está en el Kibbutz Einat, en el centro de Israel, donde también se fabrican algunos de los dispositivos. Un subcontratista en el norte del país produce los demás componentes.

El consejo asesor de la compañía incluye al doctor Eilat Shinar, director del Servicio Nacional de Sangre de Magen David Adom (Estrella de David Roja, red nacional israelí de respuesta en emergencias); el doctor Uri Martinowitz, director del Centro Nacional de Hemofilia del Centro Médico Sheba de Israel; y tres coroneles retirados del Ejército de Estados Unidos que son doctores especialistas en traumatología.

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