En los patines de Hailey Kops y Evgeni Krasnopolski hay puestas muchas esperanzas.
Es que estos exponentes del patinaje artístico se encuentran entre los seis atletas que se espera que representen a Israel en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno que se llevarán a cabo en de Beijing entre el 4 y el 20 de febrero.
Consultada respecto a que Israel nunca ha ganado medallas en esa competencia, Kops (19) le dijo a ISRAEL21C en Español: “Sí, hay un poco de presión, pero del mejor modo posible”.
Estos serán sus primeras olimpiadas. En cambio, Krasnopolski (33) participará por tercera vez.
Ambos consiguieron una importante victoria al asegurarse una de las 19 plazas asignadas a las parejas de patinaje artístico en Beijing.
Kops y Krasnopolski empezaron a patinar juntos en junio de 2021 y en septiembre, en un torneo clasificatorio en Alemania, vencieron a sus principales contendientes de China, Gran Bretaña y Ucrania.
“Fue muy loco que tuvieran un poco más de tres meses para intentar clasificarse para los Juegos Olímpicos. La mayoría de las parejas han estado patinando juntas durante años para obtener el tiempo y la conexión necesarios para triunfar. Ellos no. Y además, la canción con la que patinaban era ‘The Impossible Dream’… Sí, el sueño era realmente era imposible”, expresó el padre de Hailey, Steven Kops.
Incluso Hailey Kops se había tomado un descanso de dos años del patinaje competitivo para terminar la escuela secundaria y estudiar en un seminario de Jerusalén para el año académico 2020/21.
“Mañana Hailey estará en la pista”
Kops creció en el norte de Nueva Jersey, EEUU, y recibió la ciudadanía israelí luego de unirse al equipo nacional de patinaje en el secundario.
Por su parte, Krasnopolski vivió allí también durante 13 años.
A menudo, los patinadores sobre hielo del equipo israelí entrenan allí bajo la dirección de la entrenadora titular Galit Chait Moracci.
Esto se debe a la escasez de pistas de patinaje sobre hielo en Israel.
Krasnopolski y Kops perdieron el contacto luego de que Kops viajara a Israel en el otoño de 2020 y asumió que los días de patinaje de la joven habían terminado.
Es por eso que la primavera siguiente, cuando buscaba una nueva pareja para su tercera candidatura olímpica, no pensó en ella.
Boris e Irene Chait, padres de Chait Moracci y presidente de la Federación de Patinaje sobre Hielo de Israel y líder del equipo, respectivamente, pensaron en Kops pero antes buscaron otras opciones.
Finalmente, el 8 de junio, llamaron por teléfono a su padre.
Cuando Steven Kops contestó el teléfono, Boris Chait le dijo: “Tengo dos palabras: Hailey – Evgeni”.
“No vas a creer esto”, le respondió Kops. “Hailey acaba de regresar del seminario esta mañana”.
Rápidamente, la joven aceptó la oportunidad de ser compañera de Krasnopolski. “Tengo un gran respeto por él como atleta olímpico”, expresó la joven.
Por su parte, el patinador le dijo a ISRAEL21c en Español: “No sabía nada hasta que Galit me llamó y me dijo: ‘Mañana Hailey estará en la pista’”.
Además, reconoció que le complació descubrir que tenían buena química y que ambos estaban comprometidos con la meta olímpica. “Hailey estaba lo suficientemente loca como para creer que si nos concentrábamos y poníamos el trabajo de un año en tres meses lo conseguiríamos”, afirmó.
Conexión con Israel
Krasnopolski emigró a Israel desde Ucrania con su familia cuando tenía tres años. A los siete comenzó a patinar y cuando era preadolescente empezó a representar a Israel ante el mundo.
Luego de ganar muchas competencias de parejas, se clasificó para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y 2018. A los 18 años fue reclutado al ejército pero su condición de “atleta sobresaliente” le permitió seguir entrenando y competir.
Cuando se mudó a Nueva Jersey para un entrenamiento intensivo, solía volver a Israel cada tres meses para dedicar el tiempo base requerido durante los próximos cinco años.
La primera vez que Hailey Kops se aventuró a la pista fue a los tres años y bajo la tutela de su madre, Lisa, medallista de oro de la Asociación de Patinaje Artístico de EEUU.
Tiempo después comenzó a ganar trofeos como patinadora individual.
Cuando con 13 años Chait Moracci la invitó a unirse al equipo de Israel, la joven lo pensó dos veces. “ Me convertí en ciudadana de Israel. Como judía y ortodoxa moderna, siempre tuve una conexión con el país, incluso si vivo en EEUU. Así que hacerme israelí fue algo genial para mí”, expresó.
Kops y su primer compañero de patinaje Artem Tsoglin finalizaron séptimos en los campeonatos mundiales juveniles en 2019.
“Cuando empecé a patinar en pareja me di cuenta de que me encantaba. Soy un poco adicta a la adrenalina, así que amo los lanzamientos y giros”, dijo.
En patines hacia lo más alto
Tras apenas dos meses de entrenamiento, Kops y Krasnopolski terminaron en la última posición en la Copa Cranberry en Boston.
“Necesitábamos ajustar algunos problemas de esta disciplina para aprovechar al máximo nuestra sociedad. Por culpa de la pandemia solo tuvimos dos competencias antes del clasificatorio de septiembre. Para la segunda, en Nueva York, sabíamos que debíamos tener confianza y conseguirlo”, manifestó Krasnopolski.
Así fue como ambos se deslizaron hacia la cima contra viento y marea.
“Es un honor ser uno de los seis atletas que compiten en nombre de Israel. No mucha gente tiene la oportunidad de calificar para los JJOO y estar allí bajo la bandera israelí significa mucho para mí. No somos los únicos patinadores que tenemos que entrenar fuera del país al que representan pero siento una conexión muy grande con Israel”, contó Kops.
Junto a Krasnopolski practican de domingo a viernes en vez del clásico “lunes a sábado” ya que Kops observa el Shabat.
“No nos enfocaremos en nada más hasta que volemos a Beijing. Todavía tenemos mucho que trabajar”, indicó Kops.
En China se les sumarán otros cuatro atletas israelíes: el patinador artístico dos veces olímpico Alexei Bychenko en individuales masculinos; Vladislav Bykanov en patinaje de velocidad en pista corta; y los hermanos esquiadores alpinos Noa y Benjamin Szollos. Al cierre de esta nota, había más atletas que podían clasificarse para la competencia internacional.
En 2018 Israel tuvo su delegación de Juegos de Invierno más grande: fueron apenas diez atletas.
En contraste, el verano pasado Israel envió un récord de 89 deportistas a los Juegos Olímpicos de Tokio y consiguió dos medallas de oro y dos de bronce.
“Nuestro objetivo en Beijing es estar en la final. Sería increíble terminar entre los diez primeros. ¿Es tarea fácil? No, pero como dijo una vez un comentarista muy sabio, cada deportista que llega a los JJOO es un ganador y cada atleta olímpico tiene una historia que contar”, afirmó Boris Chait.
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