La noticia del incendio le llegó a Uri Jeremías mientras se encontraba en su restaurante Uri Buri el 11 de mayo. Allí se enteró que alborotadores árabes habían arrojado una bomba Molotov contra su hotel Efendi.

Sus dos emprendimientos, ubicados en edificios antiguos restaurados, son orgullosos símbolos de coexistencia entre árabes y judíos en la ciudad costera del noroeste de Israel.

¿Cuáles fueron los primeros pensamientos cuando se enteró de que habían atacado su hotel?

“No tuve tiempo para pensar. Tenía que actuar”, le dijo Jeremías, de 76 años, a ISRAEL21c.

El hombre corrió hacia el Efendi y trabajó junto al personal y los vecinos árabes para evacuar a los huéspedes. Ese día, el hotel boutique de 12 habitaciones estaba completo.

Avi Har-Even, de 84 años, ganador del Premio Israel y ex líder del programa espacial del país, era un huésped del alojamiento. Debido a la inhalación de humo, fue hospitalizado en estado grave.
Otra persona resultó levemente herida mientras que el resto fue trasladado a un hotel en las cercanías de Nahariya.

A Jeremías le dijeron que su esposa e hija se habían resguardado en un baño y que luego se encontraban en la estación de policía. Antes de poder llegar allí, escuchó que su restaurante también ardía en llamas.

“Corrí hacia allí y vi si podía salvar algo. Conté con la ayuda de mis vecinos árabes. Juntos trajimos mangueras de agua y nos quedamos allí, rociando, durante cerca de una hora y media porque los bomberos no llegaban. Finalmente conseguí apagar el fuego y luego fui a la comisaría”, relató el emprendedor.

El restaurante Uri Buri en Acre, destruido por disturbios de alborotadores árabes el 11 de mayo de 2021. Foto: captura de pantalla

Un día después, pasada la medianoche, el hotel boutique Arabesque y el refugio de artistas, a tres minutos a pie del Efendi, fue destruido por una turba violenta a pesar de los esfuerzos de los vecinos árabes por salvarlo.

El propietario Evan Fallenberg escribió en su blog que “sentaba shiva” (hacía duelo) por su hotel, una referencia al ritual judío.

“Nos negamos a ser parte de este odio”

Desde entonces, Jeremías tiene mucho que lamentar: había invertido sus ahorros y su alma en el restaurante y más tarde en el hotel. Y había conseguido un gran éxito contra todo pronóstico.

“El restaurante está casi todo quemado. Pisos, sistema eléctrico… Todo debe construirse de nuevo y será una gran tarea”, afirmó.

Pero hay algo más grave: la confianza y la calma pueden ser más difíciles de restaurar.

Uri Jeremías, gastronómico y hotelero israelí. Foto de Sarit Goffen

“Conozco a Akko desde que era un niño en Nahariya. Me enamoré de la ciudad hace muchos años porque tiene una mezcla de poblaciones que es increíble”, indicó Jeremías.

El hombre también afirmó que cuando mudó su restaurante de Nahariya a Akko hace un cuarto de siglo, todos pensaron que había perdido la cabeza. “¿Un negocio de propiedad judía en un vecindario árabe? Pero yo creí y creo en la convivencia. La llamo “existencia múltiple” porque hay muchos grupos diferentes aquí, incluidos los bahaís y los sufíes. Es una población compleja y todo estaba funcionando muy bien”, expresó

El chef ejecutivo de Uri Buri durante los últimos 18 años, y el segundo chef, son musulmanes.

El personal del restaurante incluye trabajadores de todos los colores y religiones. “Realmente es un equipo increíble. Mis trabajadores musulmanes sienten lo mismo que yo: quieren volver al trabajo lo antes posible, en lo que será una respuesta a los malvados que quieren acabar con la convivencia”, manifestó Jeremías.

El martes 18 de mayo, el gastronómico organizó una reunión de propietarios de restaurantes árabes y judíos y representantes de la Asociación de Bares y Restaurantes de Israel.

Uri Jeremías (abajo, tercero desde la derecha) con propietarios de restaurantes musulmanes, judíos y cristianos reunidos el 18 de mayo de 2021 en la terraza quemada de su restaurante Uri Buri en Acre. Foto cortesía de Uri Jeremías

Todos se reunieron en la terraza chamuscada de Uri Buri en reacción a la letal violencia callejera que rompió años de relativa paz en ciudades mixtas árabes y judías como Akko, Lod y Ramle, que coincidió con el aluvión de cohetes disparados desde Gaza.

En el grupo estaba Saeed Shami, un chef árabe cuyo restaurante Flooka también resultó dañado en los disturbios de Akko. “Declaramos que nos negamos a participar en este odio y que nos mantendremos unidos porque esperamos volver a la normalidad. Y que damos la bienvenida a clientes y trabajadores de todas las religiones”, recordó Jeremías.

Devolver la perla a la corona

El Efendi fue el segundo emprendimiento de Jeremías en Akko. En 2001, se enteró de una antigua propiedad en ruinas llamada “El Palacio”, y junto a ella, de otro edificio abandonado llamado Afifi House.

El hombre los compró y les dedicó ocho años de trabajo. “Invertí una increíble cantidad de dinero y al final, con algunos socios, logramos construir el hotel y administrarlo. Hasta la semana pasada, el Efendi fue la perla de la corona de Akko“, relató Jeremías.

Es que el hotel fue creado a partir del trabajo de conservación de edificios del más alto grado jamás realizado en Israel.

Hotel Efendi en Acre. Foto cortesía de Efendi

 

“El edificio tiene una historia de 1.500 años que incluye una bodega de la época de los cruzados, un hammam turco de 400 años, fabulosos techos pintados y un enorme fresco de la época otomana”, dijo el empresario.

El hotel Efendi de Akko después de que una turba lo atacara el 11 de mayo de 2021. Foto cortesía de Uri Jeremías

 Jeremías afirmó que el vestíbulo está quemado y destrozado, la mayoría de las pinturas del techo y el fresco están bien pero dos techos están un poco dañados por el humo y deben ser restaurados.

Sin embargo, el hombre elige no sucumbir al odio o la autocompasión. Tampoco le interesa jubilarse ya que prospera siendo un miembro activo de la antigua ciudad portuaria de Akko, mitad judía y mitad árabe.

“Tan pronto como esto sucedió, mi instinto fue ignorar las emociones y dejar que la racionalidad me guiara. Ignoro el miedo, la ira y la decepción. Veo lo que es correcto hacer ahora, tal como lo entiendo: reconstruir en beneficio de todos los ciudadanos de Akko. Tenemos que unirnos y trabajar juntos para devolver la perla a la corona”, finalizó.