Ya hay una nueva razón para visitar el hermoso Jardín Botánico de Jerusalén y se trata de la recientemente reabierta reserva tropical. El espacio sufrió una renovación que tardó un año y medio en completarse y costó unos dos millones de dólares (aproximadamente siete millones de shekels).

La reserva tropical cuenta hoy con cerca de 300 tipos de plantas en todas las formas y colores. Las hay en peligro de extinción, brotan los plátanos exóticos, cafetales y orquídeas, y muchos cactus se encuentran en su mejor momento. Claro, no se trata de una exhibición de plantas en macetas.

Algunas de las plantas que se pueden ver en la reserva tropical del Jardín Botánico de Jerusalén. Foto: Tom Amit.

Esta reserva incluye características como un arroyo con plantas acuáticas y los restos de un antiguo columbario tallado en roca descubierto en el sitio durante la ampliación que data del período del Segundo Templo y hoy sirve como hábitat natural para las stapelias.

Antiguo columbario descubierto en la reserva tropical del Jardín Botánico de Jerusalén. Foto: Zivia Adler.

La experiencia de la reserva tropical comienza en un gran vestíbulo ubicado abajo de un techo del “conservatorio” original. Enseguida el espacio se divide en dos regiones distintas: una selva tropical y un desierto.

La reserva tropical del Jardín Botánico de Jerusalén. Foto: Zivia Adler.

Cada región tiene una rica vegetación adaptada a su respectivo clima. El desierto muestra algunas de las plantas más singulares del mundo y cómo estas se adaptaron a las condiciones áridas.

La región desértica de la reserva tropical del Jardín Botánico de Jerusalén. Foto: Zivia Adler.

Allí se encuentran el Trichodesma con flores verde-azuladas, una rosa de Jericó que libera semillas solo después de recibir fuertes precipitaciones y arbustos que producen aromáticas frutas con las que se producen algunos de los perfumes más emblemáticos del mundo.

Plantas típicas del desierto como cactus y aloes crecen en la reserva tropical del Jardín Botánico de Jerusalén. Foto: Zivia Adler.

Las visitas guiadas invitan a los que llegar a usar sus sentidos: ver, tocar, oler e incluso saborear las plantas y sus frutos. Allí es posible conocer procesos ecológicos y biológicos particulares de esas regiones.

Una selva tropical dentro de la reserva tropical del Jardín Botánico de Jerusalén. Foto: Zivia Adler.

«El Jardín Botánico de Jerusalén sigue siendo innovador en las áreas de botánica, horticultura, agricultura y comunidad. Pronto se abrirá un centro de visitantes y conferencias y también planeamos una nueva entrada y un invernadero. Llamo a la gente a que venga al jardín botánico más grandes de Israel y se embarque en un viaje mágico a través de la naturaleza «, afirmó Tom Amit, director general de la institución

El Jardín Botánico de Jerusalén de 12 hectáreas funciona como un centro de educación, aprendizaje e investigación. Allí es posible ver una diversa colección de más de 6.000 especies y variedades de plantas de todo el mundo.
Los vegetales se agrupan en seis secciones de acuerdo con su lugar de origen: África del Sur, Europa, América del Norte, Australia, Sudeste y Asia Central y el Mediterráneo.

Estas secciones simulan los paisajes de las áreas y siempre se puede ver a las plantas crecer.

La reserva tropical del Jardín Botánico de Jerusalén alberga miles de especies de plantas. Foto: Zivia Adler.

El Jardín Botánico de Jerusalén está abierto toda la semana. Los horarios son de lunes a jueves de 10 a 15:30. Los lunes y miércoles hay visitas guiadas (desde las 14 a las 15.30). Esto se repite los viernes y sábados de 11 a 15 y los domingos de 10 a 13. La entrada general es de 35 shekels.

Para más más información, llamar al 02-679-4012.

Nueva reserva tropical en el Jardín Botánico de Jerusalén: no hay sólo plantas. Foto: Zivia Adler.