Ya lo hiciste todo en Israel. O eso crees. Tomaste sol en Tel Aviv, recorriste la histórica Jerusalén y admiraste las ruinas de Cesárea. Pero… ¿visitaste también la ciudad vieja de Akko?
Esta pintoresca ciudad, también conocida como San Juan de Acre, no suele aparecer en la mente de los turistas cuando piensan en los mejores lugares para visitar en Israel. Creemos que estas impresionantes fotos te ayudarán a convencerte de que realmente vale la pena hacerlo hacer una visita allí.
Ubicada en el norte de Israel, esta antigua ciudad portuaria alberga una fascinante historia. Por allí pasaron los romanos, los cruzados, los otomanos… ¡e incluso a Napoleón Bonaparte!
Debido a su ubicación estratégica, a lo largo de su historia Akko fue conquistada de forma repetida. Casi todas las oleadas de conquistas dejaron su huella física en la ciudad, convirtiéndola en una fascinante mezcla de arqueología y arquitectura.
Los principales edificios de la ciudad vieja son del período de los cruzados y fueron construidos en los siglos XII y XIII. Además, allí se pueden encontrar hermosas construcciones y monumentos del siglo XVIII, cuando la ciudad se encontraba bajo el dominio otomano.
En el frente de los cruzados, recomendamos visitar los Salones de los Caballeros, enormes e impresionantes restos de la fortaleza construida por la Orden de Caballeros Hospitalarios, así como el túnel de los templarios, levantada por la orden militar-monástica del mismo nombre.
Si quieres acercarte un poco más a la arquitectura otomana, te recomendamos visitar Khan al-Umdan, una posada y enclave comercial del siglo XVIII que alojaba a los comerciantes que llegaban de forma permanente a la concurrida ciudad portuaria.
Si buscas algo más relacionado a la historia contemporánea, dirígete entonces al Museo de los Prisioneros de la Resistencia.
Ubicada en lo que fuera una prisión durante la era otomana y el Mandato Británico de Palestina, esta estructura monumental fue el lugar en el que cientos de combatientes clandestinos judíos fueron encarcelados por su actividad libertadora.
¡Y eso que aún no mencionamos a Napoleón! Es que, a diferencia de nosotros, el famoso general y líder francés no era un gran admirador de la ciudad. En 1799, su intento de conquistarla fracasó. Hoy, el recuerdo de su esfuerzo está representado en en «La colina de Napoleón«, la pequeña elevación desde donde el emperador francés intentó asediar la ciudad.
¿Suficiente historia por hoy? Bueno, llegó la hora de recorrer el mercado de la ciudad vieja, y encontrar especias y objetos únicas.
Al final del día, puedes sentarte en uno de los muchos restaurantes de la zona para disfrutar de un café negro o de un plato de pescado fresco con una bonita vista al mar.
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