El miércoles 26 el alcalde de Jerusalén Moshé Lion les aconsejó a los residentes de la capital que esa noche permanecieran en sus casas pero cuando una rara tormenta comenzó a cubrir la ciudad con unos diez centímetros de nieve nada impidió que la gente saliera corriendo para disfrutar de un momento fugaz en el blanco paisaje.
Esa noche, la tan anunciada tormenta Elpis finalmente llegó a Israel luego de dejar atrás cantidades récord de nieve sobre Grecia y Turquía.
Primero, por la mañana, fue el turno del norte del país y luego, a la tarde, la nieve comenzó a cubrir de blanco la capital.
El jueves 27, las carreteras principales hacia la capital fueron cerradas y las escuelas no abrieron sus puertas. Esto se replicó en los Altos del Golán en el norte ya que allí también hubo fuertes nevadas.
Los trabajadores municipales de Jerusalén usaron 250 quitanieves y esparcieron unas 150 toneladas de sal en las rutas.
Cada pocos años, Jerusalén, que se encuentra a una altura de 745 metros por sobre el nivel del mar, recibe algo nieve y para muchos residentes de la ciudad, jóvenes y mayores, esa es una ocasión alegre para salir a jugar.
La última gran tormenta tuvo lugar en febrero de 2021 cuando cayeron hasta 15 centímetros de nieve en algunas zonas de la ciudad.
En 2013, una gran nevada azotó a Jerusalén. Esa vez cayeron cerca de 30 centímetros de nieve que dejaron sin electricidad a varios barrios.
La dura tormenta también llevó fuertes vientos y lluvias a otras áreas de Israel.
La Compañía Gubernamental de Preservación de los Acantilados Costeros del Mediterráneo aconsejó al público que evite la franja de acantilados costeros de Israel por peligro de derrumbes de acantilados.
Por su parte, la Asociación de Ciudades del Mar de Galilea ordenó el cierre de todas las playas del Lago Kineret.
Se espera que durante el día la nieve se convierta en lluvia y se derrita, haciendo que estos momentos nevados sean aún más preciados.
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