Durante los últimos 15 años como piloto de El Al, Tomer Zadok sumó el equivalente a dos años de tiempo de vuelo atravesando los continentes.

Mientras sus ojos no tienen que estar mirando los controles de la cabina, están observando l paisaje exterior en busca de increíbles fotografías.

Foto de un rayo fuera de la cabina de un B777 a casi 12.000 metros de altura. La pieza fue exhibida en una muestra colectiva en Múnich. Foto: Tomer Zadok

“Me atraen mucho las formas y los patrones. Es una cuestión de ojo. Dos personas que fotografíen el mismo sitio con la misma cámara obtendrán resultados diferentes. Es una combinación de vista y equipo y la forma de sostenerlo“, le dijo Zadok a ISRAEL21c.

Siniestras nubes de tormenta cumulonimbos cerca de Hong Kong a 25 kilómetros de distancia. Foto: Tomer Zadok

Pájaros recortados contra el sol naciente, nubes y tormentas en camino, puentes, rascacielos y fiordos fotografiados desde arriba, y otros aviones a solo 300 metros de distancia son imágenes que la mayoría de las personas nunca llega a capturar como desde la perspectiva de un piloto.

Una vista aérea del río Snake en el noroeste del Pacífico en EEUU. Foto: Tomer Zadok

Una de sus fotos favoritas, tomada hace 14 años con un simple teléfono Nokia, muestra los campos de mostaza de Dijon desde arriba.

Campos de mostaza de Dijon, Francia. Foto: Tomer Zadok

“Casi lo tiré (al teléfono), pero resultó tan artístico que la gente estaba muy entusiasmada con él y no lo hice. Usé técnicas para ampliar la imagen y presentarla en exposiciones y fue algo realmente único porque se parece más a una pintura que a una foto. Unos años después tomé una foto de la misma zona con una cámara decente y el resultado fue muy diferente”, contó el fotógrafo

Otra toma espectacular es una vista poco común de los fiordos de Groenlandia.

Fiordos en Groenlandia. Foto: Tomer Zadok

“Groenlandia es hermosa, pero en su mayor parte está cubierta de nubes. Puedes sobrevolarla cientos de veces y no ver nada. Cuando las condiciones son las adecuadas, se pueden ver vistas increíbles”, describió Zadok.

Nubes sobre Groenlandia. Foto: Tomer Zadok

En 2014, Zadok comenzó a publicar las fotos tomadas desde su cabina en Instagram y hoy ya tiene cerca de 54.000 seguidores. Antes solía compartir su trabajo artístico con amigos en Facebook.

Esta foto de la Reserva de Amapolas de California en Antelope Valley fue tomada desde un helicóptero. Foto: Tomer Zadok

“De alguna forma, un reportero halló mis fotos y pidió permiso para publicar algunas en su blog. En unos días, miles de personas comentaron y se pusieron en contacto con El Al para encontrarme. Fue una bola de nieve que llegó a que me invitaran a la TV y a participar de exposiciones en Israel y Europa”, contó.

Vista de la ciudad de Nueva York cuando el avión se acerca al aeropuerto de Newark. Foto: Tomer Zadok

Cuando el presentador israelí Rafi Reshef entrevistó a Zadok en el aire y le pidió ver su cámara, él reveló que usaba una cámara de bolsillo. Pronto se vio inundado de mensajes de fotógrafos profesionales que lo instaban a conseguir una cámara realmente buena.

En la actualidad, el piloto usa una Canon SL-2 de cuerpo ligero con una lente Sigma profesional así como otras lentes.

Gansos vuelan en una delgada línea entre capas de nubes sobre California, noviembre de 2013. Foto: Tomer Zadok

“Empecé a tomar fotos cuando era niño. Desde que tenía 10 años, llevaba una cámara conmigo”, indicó. Durante sus años en el grupo de scouts de Israel (Tzofim), el entonces niño Tomer llevaba su cámara y una película de repuesto en cada excursión y caminata.

Un avión de El Al que aterriza en Los Ángeles visto desde lo alto de un edificio cercano. Foto: Tomer Zadok

Con 57 años, Zadok ha estado volando desde los 20 en la Fuerza Aérea de Israel. “Era piloto militar de helicópteros armados hasta que cerraron mi escuadrón”, dijo.

Esta imagen aérea del puerto de Hong Kong es una captura de pantalla de un video grabado por la noche por Tomer Zadok.

“Obtuve una maestría y trabajé como gerente de marketing en varias empresas. En 2005 comencé a volar con El Al después de hacer cursos para transformarme de piloto de helicópteros a aviones de pasajeros. Y volé los Boeing 757, 767, 777 y ahora el 787 Dreamliner”, narró Zadok.

Imagen del el estratovolcán inactivo Monte Kazbek que es parte de la cordillera del Cáucaso en la frontera de Georgia y Rusia. Foto: Tomer Zadok

En tierra por ahora hasta que El Al retome sus actividades normales, Zadok estimó que ya realizó cerca de 1.500 vuelos (unas 15.000 horas). De hecho, él fue uno de los primeros pilotos de la ruta Tel Aviv-San Francisco de El Al inaugurada en 2019.

El emblemático puente Golden Gate de San Francisco. Foto: Tomer Zadok

“Los Ángeles casi se convirtió en mi segundo hogar. Pasé un año en un hotel allí y todos me conocían”, recordó.

Un avión de El Al que aterriza en Los Ángeles visto desde lo alto de un edificio cercano. Foto: Tomer Zadok

Zadok nunca toma fotografías durante el ascenso, descenso, despegue o aterrizaje a menos que no esté en el asiento del piloto. En vuelos de larga distancia se turnan tres o cuatro pilotos.

“Ninguno de nosotros vuela y toma fotografías al mismo tiempo. Solo cuando el piloto automático está activado y el avión está en crucero puedes permitirte tomar fotografías”, le aseguró a ISRAEL21c.

Estar inactivo durante la pandemia le ha sido difícil y no solo porque le encanta volar. “Una de las cosas más importantes que perdí por el COVID-19 fue que se suponía que debía participar en una exhibición en una galería en San Francisco y que por las actuales circunstancias fue cancelada”, afirmó.

Si los deseos se cumplen, Zadok pronto estará de regreso en el aire, piloteando de manera segura para llevar a los pasajeros a sus destinos y tomando extraordinarias fotos desde la cabina.

Las Montañas Rocosas cerca de Denver. Foto: Tomer Zadok