De regreso a la naturaleza”, un nuevo sendero circular de esculturas en los Jardines Botánicos de Jerusalén, fue inaugurado el pasado el 19 de octubre.

Debido a que la mayoría de la gente no puede visitar la sección por la pandemia de COVID-19, la exposición de arte contemporáneo también puede ser recorrida forma virtual. Para ello, hacer clic aquí.

Instalación de sonido «Concrete Resonance» de Saher Miari en el Jardín Botánico de Jerusalén. Foto­: Elad Sarig

“El título del proyecto denota un regreso al exterior después de un largo período de cierre debido al brote del coronavirus pero también una dimensión de vuelta a la naturaleza presente en el lenguaje escultórico local”, indicó Hadas Maor, curadora de “De regreso a la naturaleza”.

Para Maor, en el contexto actual, el proyecto revela un movimiento constante entre obras que dependen del uso de contornos definidos y materiales pesados ​​como el hierro o el bronce, y otras que utilizan materiales sintéticos como caucho, látex o poliéster, así como formas suavizadas y redondeadas.

La colección incluye obras de artistas israelíes reconocidos como Menashe Kadishman, Dani Karavan, Tsibi Geva, Yehudit Sasportas y Sigalit Landau

“Ancient Bird” de Moshe Roas. Foto: Elad Sarig

También hay obras de Ella Littwitz, Yaara Zach, Moshé Roas, Saher Miari, Eitan Ben Moshe, Yaacov Dorchin, Eli Gur Arie y Guy Zagursky.

“Seam Rezone” de Ella Littwitz está hecha de viejos balones de fútbol. Foto: Elad Sarig

“Lev Parum” de Yehudit Sasportas. Foto: Elad Sarig

Para la muestra, dos obras fueron realizadas especialmente, con el apoyo del Fondo de Arte Contemporáneo Outset. Una es una instalación sonora de Maya Dunietz, que responde a los murmullos y voces del jardín, y la otra es la primera presentación en Israel de un capítulo del proyecto “Liquid Desert” de Yehudit Sasportas, parte del cual fue mostrada en Alemania en enero de 2019.

“Lev Parum” de Yehudit Sasportas. Foto: Elad Sarig

Las 15 obras de diferentes tamaños se reparten por el jardín, unas más visibles y otras ocultas a la vista.
Respecto a esto, Maor dijo que la distribución está hecha a propósito para alentar a los visitantes a seguir un camino circular en el que puedan descubrir tanto las plantas como el arte.

“Cocoon” de Yaara Zach fue realizada con hilo de coser y cable metálico. Foto: Elad Sarig

Algunas de las esculturas fomentan un diálogo con su entorno natural mientras que otras se destacan del lugar en el que fueron expuestas.

El municipio de Jerusalén, la Fundación de Jerusalén y los Amigos Británicos de los Museos de Arte de Israel proporcionaron apoyo adicional al proyecto.