Hummus, ensalada de tomate y pepino cortada en cubos, aceite de oliva extra virgen… Estos y otros alimentos son básicos y están en prácticamente todas las mesas de Israel y han ayudado a impulsar al país al primer puesto de la lista de naciones con la tasa más baja de muertes relacionadas con la dieta en todo el mundo y a la décima posición en el índice 2019 de Bloomberg de 2019 de países más saludables.

Si bien hay muchos israelíes que tienen algunos hábitos alimentarios poco saludables (mucha carne asada a las brasas, alimentos procesados, dulces y platos fritos), el panorama general es optimista en comparación con las dietas de la mayoría de los países.

Y probablemente es mejor luego de que el Ministerio de Salud publicara hace un tiempo sus pautas más recientes para una alimentación saludable con énfasis en el enfoque tradicional de “dieta mediterránea” que la mayoría de los israelíes ya adoptan por defecto.

Justamente ese plato es la primera de las 13 razones por las que deberías comenzar a comer como un israelí.

1. Dieta mediterránea

Doctor Elliot Berry, experto en seguridad alimentaria y sustentabilidad. Foto cortesía

La base saludable de la forma de comer de Israel es común a todos los países que bordean el mar Mediterráneo. “La dieta mediterránea tiene la mayor evidencia de ser la ‘súper dieta’, y también es sustentable, especialmente si es local”, afirmó el doctor Elliot Berry, profesor emérito de nutrición y metabolismo humano en la Escuela de Medicina Hadassah de la Universidad Hebrea y consultor de la Organización de las Naciones Unidas y el Ministerio de Salud de Israel.

Para el especialista, la nueva pirámide alimenticia mediterránea oficial recomienda alimentos para una salud óptima, y se incluyen cereales integrales, vino con moderación, granadas, higos, nueces y aceite de oliva extra virgen. “Más alimentos vegetales y menos animales y altamente procesados”, explicó el académico.

La dieta mediterránea fomenta el consumo de cantidades moderadas de pescado y aves y una baja ingesta de productos lácteos (sobre todo yogur y queso), carnes rojas y procesadas y dulces. Y enfatiza en los aspectos sociales y culturales de la comida, como las comidas en común (ver el punto 12 más abajo).

2. Ensalada con el desayuno, almuerzo y cena

La ensalada recién cortada es la base de todas las comidas israelíes. La más básica de Israel se trata de pepinos y tomates cultivados en el país condimentados con hierbas, sal marina, aceite de oliva extra virgen (el único disponible aquí) y jugo de limón exprimido.

Se trata de vegetales recuperados. De acuerdo con la Oficina Central de Estadísticas de Israel, los más de nueve millones de residentes de Israel acceden cada año a un promedio de 152 kilos de frutas y 154 de verduras.

3. Grandes desayunos

Un desayuno típico israelí. Foto: Tanya Pashaev/Shutterstock

Si alguna vez has disfrutado de un desayuno tradicional israelí en un hotel o un restaurante, ya sabes de qué se trata este punto.

Junto a una gran variedad de verduras crudas en rodajas y ensaladas de verduras, encontrarás shakshuka (huevos escalfados en salsa de tomate con pimiento y cebolla), panes recién horneados, una gran variedad de quesos y otras delicias calientes para comenzar la jornada.

Los beneficios de un desayuno abundante han sido probados en varios estudios de Israel que indican que comer más por la mañana y menos por la noche reduce el azúcar en sangre, facilita la pérdida de peso y ayuda a los diabéticos a evitar la resistencia a la insulina.
Sugerencia: no abusar de las burekas y otras comidas ricas en calorías y grasas.

4. Hummus, hummus y más hummus

Un plato de un clásico hummus de Israel. Foto: Liron Almog/FLASH90

Si al momento de comer no ves cerca de ti un plato de hummus, probablemente no estés en Israel.

Esta sabrosa y nutritiva pasta cremosa a base de garbanzos ricos en proteínas, tahini de sésamo, sal marina y jugo de limón, no es solo para comer aquí en Israel.
Un buen plato de hummus servido con aceite de oliva y perejil, y a menudo con garbanzos cocidos enteros, zaatar y tahini extra, es considerada una comida satisfactoria. Se suele comer acompañado de pan de pita tibio y esponjoso.

Incluso en el país hay muchos restaurantes que sólo sirven una gran variedad de hummus y acompañamientos. Este tipo de restaurante son llamados “hummusía” y suelen ser muy buenos.

5. Tahini

Falafel con tahini servido en un restaurante de Jerusalén. Foto: Miriam Alster/FLASH90

El tahini (o tjina para los israelíes) es una pasta de semillas de sésamo molidas y no solo es un ingrediente esencial en el hummus sino que tiene un lugar especial en la cocina israelí como base de un aderezo y salsa para todo uso (falafel, sabij, berenjena asada y ensalada, entre otras opciones.

Los israelíes importan 50.000 toneladas de semillas de sésamo al año, consumidas principalmente en forma de tahini y hummus. Las semillas de sésamo son ricas en cobre, manganeso, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, molibdeno, vitamina B1, selenio y fibra dietética.

6. Granadas

Granadas a la venta en el mercado Majané Yehuda en Jerusalén. Foto: Nati Shohat/FLASH90

La granada roja es uno de los siete cultivos autóctonos mencionados en la Biblia (los otros son trigo, cebada , uvas, aceitunas, higos y dátiles) y es un símbolo visual del propio Israel.

Las semillas de granada (la parte comestible de la fruta) protegen contra el cáncer y las enfermedades cardíacas, aumentan la inmunidad y reducen la inflamación crónica. Más ejemplos: dolencias como el dolor gástrico, sofocones, hemorroides, conjuntivitis, osteoartritis, hipertensión y colesterol alto son aliviadas con las semillas de granada.

Debido a que las granadas de Israel maduran a principios del otoño, siempre aparecen en las mesas de Rosh Hashaná por su belleza y su ácido sabor. Las semillas se usan en ensaladas de frutas y verduras, mientras que el jugo es popular para adobos y bebidas.

7. Tomates

Tomates cherry a la venta en Petaj Tikva. Foto: Nati Shohat/FLASH90

En Israel, una ensalada no puede considerarse tal si no tiene tomates picados.

El país es una potencia en la producción de excelentes y muy variados tomates: se cultivan unas 140.000 toneladas para consumo fresco cada año y el doble de esa cantidad para alimentos procesados ​​como salsa y puré.
Anualmente se exportan unas 2.000 toneladas de tomates clásicos y cherry.

Además de vitaminas y minerales, los tomates contienen licopeno, el fitonutriente carotenoide que los hace rojos y que es un poderoso antioxidante beneficioso para el corazón, la presión arterial, próstata, huesos y piel.
Nuestros cuerpos absorben mejor el licopeno cuando los tomates se consumen con algo graso como aceite de oliva o queso.

8. Aceite de oliva

Aceite de oliva extra virgen  listo para ser embotellado en la granja Carma en Israel. Foto: Yaniv Nadav/FLASH90

El aceite de oliva extra virgen sin refinar es la base de la dieta mediterránea y, por lo tanto, de la cocina de Israel.

A menudo considerado una fuente de juventud, el aceite de oliva es una rica fuente de grasas monoinsaturadas saludables, antioxidantes, vitaminas y minerales.
“Virgen” significa que proviene del primer prensado mientras que “extra” quiere decir que es de baja acidez. Ambos factores son realmente claves cuando se trata de elegir un aceite de alta calidad.

En Israel, Leccino, Coratina, Koroneiki, Souri y otras variedades son cultivadas y envasadas por marcas grandes y boutique, que suelen ganar de forma regular premios nacionales e internacionales.
Cada año, en Israel se producen entre 15.000 y 16.000 toneladas de aceite de oliva extra virgen.

9. Dátiles y silán

Dátiles y silán (miel de dátiles) Foto: Shutterstock

Los hacemos estallar como caramelos en nuestras bocas, los rellenamos con nueces y usamos su silán (néctar) como un edulcorante de bajo índice glucémico.
Esa miel puede usarse para una gran variedad de platos como guisos, salsas, condimentos y adobos.

A los israelíes les encantan los dátiles cultivados en el país. Y esta superfruta nos ama y nos protege de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares al reducir los niveles de triglicéridos en sangre.
Además estabiliza la presión arterial y aportando una buena dosis de antioxidantes, vitaminas A y B, proteínas y fibra dietética.

Consumidos principalmente en su versión disecada, los dátiles son totalmente naturales porque, a diferencia de otros frutos secos, no necesitan conservarse con sorbato de potasio o dióxido de azufre. Su alto contenido en azúcares los conserva de forma natural.

10 Bamba

¿Una respuesta a la alergia al maní? Foto: Nicky Blackburn.

No podemos negar que la Bamba, el snack envasado favorito de Israel, es un alimento procesado pero la incluimos en esta lista porque los estudios científicos han demostrado que como bocadillo de maní juega un papel clave para mantener a los niños israelíes libres de las alergias a ese fruto que afectan a otros pequeños en Occidente.

La Bamba contiene un 50 por ciento de maní y está fortificado con vitaminas y minerales como ácido fólico y hierro. En muchos países de América Latina y en España es posible conseguir este clásico local en algunas tiendas minoristas.

11. Comer según la temporada

En Israel, gran parte de los productos frescos que se consumen aparecen en las góndolas de acuerdo con la temporada local y, aunque eso puede significar renunciar a las fresas en verano y a los duraznos en invierno, es muy emocionante cuando esas frutas llegan al mercado en su punto justo de madurez y frescura.

“La estacionalidad es muy importante. Ir a los mercados locales por frutas y verduras de temporada es simplemente encantador”, le dijo el doctor Berry a ISRAEL21c.

Los nutricionistas coinciden en que los productos conservan más nutrientes y sabor cuando se recolectan en su punto máximo de frescura y se llevan rápidamente al mercado en lugar de recolectarlos de forma temprana y dejarlos madurar en un largo viaje en camión.

Los productos locales de temporada necesitan menos intervención humana – pesticidas y otros factores- y menos combustible para llegar a los consumidores, y generalmente son mucho más baratos.

Pero a no preocuparse: los mercados de Israel siempre tienen una gran cantidad de productos básicos durante todo el año como cebollas, ajo, zanahorias, papas, tomates, pimientos, pepinos, apio, verduras de hoja verde, una amplia variedad de frutas y más.

12. Comidas comunitarias

A los israelíes les gusta comer en grupo. Foto: Shutterstock

“El aspecto social de la alimentación es muy importante para la salud. Las comidas en común son relajadas y agradables. Los adultos deben involucrar a los niños, enseñarles a tomar decisiones sensatas dentro del marco mediterráneo y mostrarles cómo cocinar y cortar ensaladas”, indicó Berry.

El estilo de vida israelí cumple con todos esos requisitos. Las grandes cenas de Shabat los viernes por la noche son consideradas sagradas incluso en las familias judías menos religiosas, y no hace falta decir que cada seder de Pésaj, cena de Rosh Hashaná y asados de Yom Haatzmaut requieren que los anfitriones lleven sillas plegables adicionales para acomodar a todos los invitados.
Los árabes israelíes también son bien conocidos por servir abundantes comidas comunales a familiares, amigos y recién llegados por igual.

13. Tenedores por sobre cuchillos

Dato: Israel tiene el mayor número de vegetarianos y veganos per cápita del mundo y las últimas investigaciones indican que esta tendencia basada en el consumo de vegetales contribuye a la buena salud generalizada del país.

Consumir más frutas, verduras y cereales integrales y menos carne, es uno de los cuatro factores (junto a no fumar, mantenerse en forma y hacer ejercicio 30 minutos al día) que, según la Guía de alimentación basada en evidencias del doctor estadounidense Michael Greger, célebre por sus investigaciones.

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