En honor al movimiento global Plastic Free July (Julio Libre de Plásticos) ISRAEL21c en Español le pidió algunos consejos a Rachel Smith-Savaya, miembro de la organización de vigilancia ambiental Adam Teva V’Din (Unión Israelí para la Defensa del Medio Ambiente).

“El problema con el plástico es que no desaparece. La realidad es que no existe tal cosa llamada ‘desechable’. Es plástico de un solo uso y permanece en los vertederos, lo que contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y representa un peligro para la vida silvestre y marina”, explicó Smith-Savaya.

Y a la vida humana, también: estudios recientes revelaron que las personas ingieren una cantidad alarmante de microplásticos.
Estas partículas de plástico y fibras microscópicas que se encuentran en el suelo, productos alimenticios y botellas de agua, entre otros sitios, tienen un severo impacto sobre la salud de la gente.

Rachel Smith-Savaya de Adam Teva V’Din. Foto cortesía de Rachel Smith Savaya

“La mejor noticia es que esto es reversible si eliminamos los plásticos de nuestras vidas pero gran parte de lo que usamos en la vida diaria es de ese material, por lo que, de manera realista, lo mejor que podemos hacer es reducir y reutilizar”, indicó Smith-Savaya.

A los ambientalistas israelíes les preocupa que mientras una persona promedio produce 1,8 kilos de desechos al día, en Israel el 18 por ciento de esos desechos son plásticos, un índice más alto que en EEUU y Europa.

Para Smith-Savaya, este “es un tema en el que tenemos que trabajar”.

Estos son algunos pasos prácticos que todos pueden dar para ayudar:

  1. Evitar en lo posible el plástico de un solo uso
No usar tazas de café desechables. Foto: Sarah Chai/Pexels

Se recomienda usar una botella de agua recargable y llevar una taza de café reutilizable para tomar la bebida matutina. Algunas cafeterías incluso dan un descuento cuando el cliente lleva su propia taza. Si hay tiempo, esto puede convertirse en un momento relajante.

  1. Ser consciente y prepararse

¿Hay reunión con amigos para hacer un picnic? Lo mejor es pedirles a todos que lleven su propio plato, vaso y utensilios reutilizables. De esa manera, nadie tiene llevar toda la vajilla y es fácil para uno volver a casa y lavar sus cubierto.
Hacer lo mismo en el entorno de trabajo.

  1. Usar bolsas de mercado reutilizables
Foto: Sarah Chai/Pexels

Cada vez que haya que hacer compras en el supermercado, llevar bolsas ligeras y reutilizables para comestibles, frutas y verduras. Si se trata de una entrega a domicilio, pedir cajas, bolsas de papel o reutilizables en lugar de plásticas.

En Israel, todas las grandes empresas cobran diez centavos de shekel por cada bolsa de plástico que usa un cliente, lo que anima a los consumidores a llevar sus propias bolsas reutilizables. Adam Teva V’Din trabaja para enmendar esta ley y que las empresas de cualquier tamaño cobren por las bolsas de plástico.

  1. No dejarse engañar por artículos de papel para fiestas
Foto: Lidya Nada/Unsplash

“Muy a menudo, la gente piensa que el papel o el bambú de un solo uso es mejor que el plástico pero todo lo que es de un solo uso es malo para nosotros y para el medio ambiente. Por ejemplo, un vaso de papel es más pesado que uno de plástico, por lo que se necesita más energía para fabricarlo y transportarlo. Y los artículos de papel tienen una fina capa de plástico en la parte superior, por lo que no se termina de combatir el problema”, dijo Smith-Savaya.

  1. Comprar paquetes más grandes

Smith-Savaya indicó que gran parte de lo que las personas compran está empaquetado en plástico. “Si se desea un refrigerio en particular, mejor es comprar el paquete más grande que se pueda encontrar en lugar de envases individuales pequeños. Cuanto más grande se compra, menos papel se desperdiciará”, explicó.

  1. Usar cepillos de dientes de bambú
Foto: Bekky Bekks en Unsplash

En lugar de tirar el cepillo de dientes de plástico cada pocos meses, es mejor comprar uno de bambú y descartarlo cuando esté desgastado. Sendas empresas ofrecen mangos para cepillos de dientes de madera o bambú que se pueden usar indefinidamente cuando se les coloca un cepillo nuevo.

  1. Reducir los pedidos de comida a domicilio

Siempre que sea posible, es mejor comer en un restaurante que pedir comida para llevar porque en general esta viene en recipientes de plástico con muchos envoltorios desechables.

“Si la idea es pedir comida a domicilio, tratar de minimizar lo que se recibe. Por ejemplo, no pedir paquetes de condimentos de plástico ni cubiertos de plástico”, sugirió Smith-Savaya.

  1. Fabricar productos de limpieza en casa

En vez de comprar botellas de plástico llenas de materiales de limpieza, una buena idea es consultar YouTube y Google en busca de guías que enseñen a preparar en casa limpiadores efectivos con ingredientes comunes como el vinagre.

“Las cáscaras de naranja y el agua pueden crear un increíble limpiador de grasa para la placa del horno y al mismo tiempo se eliminan los empaques y los productos químicos artificiales”, explicó la activista.

  1. Elegir regalos “verdes”

En lugar de comprar juguetes de plástico es mejor elegir un regalo hecho de materiales naturales. Aún mejor es obsequiar entradas para un espectáculo o un vale para masajes en lugar de una pieza de plástico o algo envuelto en este material.

  1. Recomendar tiendas de segunda mano y centros de préstamos

Cuantas menos cosas nuevas se compren, menos plástico se tirará. En ese sentido, la idea es buscar ropa y artículos para el hogar en tiendas de segunda mano y cuando se necesite una herramienta eléctrica ver si el barrio tiene un centro de préstamos. Se ahorrará dinero y se protegerá el medio ambiente.

  1. Llevar la vianda en un recipiente reutilizable
Foto: S’well/Unsplash

Ya sea a la escuela o al trabajo, no es necesario empacar cada artículo de la vianda en una bolsa de plástico o en una envoltura adhesiva. Mejor es invertir en una lonchera de usos múltiples con compartimentos separados para diferentes alimentos.
Algunas de estas están aisladas para mantener los productos fríos y calientes a la temperatura adecuada.

Lo ideal es elegir un material ecológico. Pero incluso si la lonchera está hecha de plástico, eso no será un problema de vertedero si se usa una y otra vez.

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