La mayoría de los israelíes tienen un restaurante favorito de cocina árabe y de ambiente familiar adonde van a disfrutar de una variedad de ensaladas de verduras frescas o asadas, berenjenas al carbón, hummus, tahina, pan lafa y carnes a la parrilla.

Los siguientes están cambiando la gastronomía de Israel. Los hay gourmet o simplemente fabulosos, pero todos preparan la comida con amor y esmero y, por supuesto, con productos de temporada y de las aguas del Mediterráneo. Ninguno observa las reglas de comida kosher que siguen los judíos. ¡Buen apetito!

MagdalenaMidgal

El menú sirve lo mejor de la cocina de los cristianos árabes de la zona del Mar de Galilea. Cortesía.

El chef de este popular restaurante, Yosef «Zuzu» Hana, se especializa en platos elegantemente elaborados que cuentan una historia. Situado en Midgal, junto al Mar de Galilea, combina modernas técnicas de cocina, productos internacionales e ingredientes de temporada para preparar platos que rinden tributo a la gastronomía de los cristianos árabes de la región.

Hermosa platería y una decoración moderna y sencilla hacen que probar el menú sea una experiencia culinaria celestial. En el menú hay raviolis de baba ganoush (crema de berenjena), paletilla de cordero estofada con maftoul (un tipo de cuscús) y cannoli rellenos de crema de malabi.

El Marsa, Ciudad Vieja de Acre

El restaurante se especializa en mariscos. Foto de Haim Yosef.

Con vistas al paseo marítimo de la parte vieja de esta ciudad portuaria, este restaurante ofrece cocina árabe como nunca antes la había imaginado. El chef Alaa Musa le hace honor a sus raíces al transformar sus creaciones culinarias en excelencia gastronómica; su especialidad son los mariscos del Mediterráneo, que lo tiene al frente.

Deguste platos como calamares a la parrilla servidos en un lecho de labane con zumaque y una pizca de limón, y acompáñelos con vinos producidos localmente. Disfrute del servicio y la hospitalidad que el chef perfeccionó tras una larga carrera en restaurantes galardonados con estrellas Michelin en toda Europa.

Ezba, Rameh

Situado al norte del pueblo de Rameh, este restaurante se asemeja a las acogedoras cocinas rurales, en el cual se preparan platos frescos hechos con productos de temporada, entre ellos plantas silvestres y productos locales. Y todo en un ambiente de hogar y encantador.

De propiedad de la familia Daoud, ofrece un pequeño menú especializado que incluye guisos; pilafs cocidos a fuego lento, como el de freekeh con carne de res; ensaladas; verduras rellenas; y kubbeh casero. Y de postre, higos frescos con anís y ajonjolí.

Rola, Haifa

La especialidad es cocina libanesa. Foto de Jessica Halfin.

¿Desea probar auténtica cocina de estilo libanés en la renovada zona del puerto de Haifa?  Una visita a este restaurante, de propiedad del chef Moin Halaby, no lo desilusionará. Los platos que aparecen del menú hacen referencia a las ciudades del Líbano en las que se han inspirado.

Su reducido espacio es aprovechado al máximo y en él verá un tabun tradicional (horno de piedra) para hacer Lahm bi Ajeen (pan pita con cordero picado y piñones) y panes a la parrilla que acompañan varios platos. Uno es shishtawak (pincho de pollo), servido con yogur, aceite de oliva y hierbas frescas bañados en tahini con limón.

Y para terminar una suculenta cena, el knaffeh (queso dulce y pasta filo), hecho en el restaurante, lo dejará con un sabor de boca almibarado.

Maadali Turkish Market, Acre

Este suculento plato de pescado es parte del menú del restaurante. Foto de Jessica Halfin.

Maadali, que significa “mujer de valor” en árabe, refleja el ambiente del histórico mercado turco de Acre, ahora restaurado, y de su joven chef, Adnan Daher, que se enorgullece de mostrar la cocina casera y los mariscos frescos con los que crió en esta ciudad portuaria al norte del país.

El modesto menú de Daher refleja las abundancia del mercado, junto al cual está situado, y en el que los mariscos relucen de forma sencilla, pero mágica. Los pescados asados al fuego, las verduras a la parrilla y silvestres, así como el “ceviche de Acre”, cambian a diario de acuerdo a lo que esté fresco.

Una pequeña selección de platos caseros, entre los que está la «ensalada de mi infancia» (salsa de tomate al estilo de la matbucha), da la sensación de hogar, donde se cena en un hermosos comedor de madera y piedra.

El Kheir, Haifa

Los platos de El Kheir son generosos en sus porciones. Foto de Jessica Halfin.

Este sencillo restaurante, manejado por una familia y situado en el Centro Carmel de la ciudad, la tercera más grande del país, sirve la poco conocida cocina de los drusos. ¡Y la verdad es que está buenísimo!

La atención y el servicio del propietario, El Kheir Halaby, tanto en la preparación de la comida, a menudo cocinada a fuego lento, como en la hospitalidad, hacen que comer aquí sea una experiencia similar a la de ser invitado a casa de alguien que cocine bien. Una selección de ensaladas, por cuenta del restaurante, tienen por fin hacer que los comensales compartan, prueben nuevos platos y simplemente degusten la comida en una atmósfera que hace de este modesto lugar todo un destino gastronómico.

Tabun Fatma, Zarzir

Si quiere probar deliciosos platos beduinos recién preparados, vaya a este restaurante en el pueblo de Zarzir, al norte. Cazuelas de pollo y patatas cocidas a fugo lento durante varias horas en un agujero cavado en la arena, pitas cocidas, acompañadas de sabrosas cazuelas de arroz, guisos y estupendas ensaladas meze hacen que visitar esta auténtica joya de la Galilea en cualquier época del año sea una grata experiencia culinaria.

Tishreen-Nazareth

Cortesía.

Situado en la ciudad vieja de Nazaret en una edificación de piedra del siglo quince restaurada y decorada con gusto, el restaurante muestra una nueva versión de la tradición culinaria árabe y de influencia mediterránea. El ambiente, elegante pero hogareño e íntimo, lo convierte en favorito para eventos especiales.

Los maravillosos abrebocas incluyen ensalada de tabule servida en un  plato repleto de hierbas frescas, kubbeh recién hecho y queso a la parrilla con tomates cherry y ajonjolí negro. Suculentos también son los platos principales, como chuleta de ternera asada servida con tahini y un toque de zumaque.

Pan plano recién hecho y berenjenas horneadas en un horno abierto de leña acarician el paladar de los comensales con sabores árabes bien definidos. Los clásicos europeos, como pollo cordon bleu y una larga lista de vinos y licores nacionales e internacionales hacen que este restaurante sea deliciosamente diverso.

Shtroudl, Haifa

Vale la pena ir a comer en él al caer la noche. Foto de Jessica Halfin.

Este popular café, en la Colonia Alemana de la ciudad, se encuentra en el boulevard Ben-Gurion, al pie de los Jardines Bahá’í. Vale la pena visitarlo al caer la noche, cuando el santuario bahá’í se ilumina.

En él se respira el espíritu de Haifa, que se refleja en originales platos de cerámica armenios, árboles frutales, un toque muy personal, además de conservas en frascos que comunican un ambiente de hogar. El menú es típico de los cafés árabes, pero con nuevas versiones de platos tradicionales, aunque también incluye clásicos italianos como lasaña y carpaccio de ternera. Es el lugar para encontrar platos sencillos y bien preparados.

No se equivocará con los platos “de la abuela”, con bolas fritas de labane, freekeh y almendras tostadas, ni con el desayuno, también “de la abuela”, que incluye queso en salmuera, bolas de labane, ensalada de berenjena, aceite de oliva y zaatar, la variente masabcha de hummus, pan, huevos y verduras.

Abu Shukri Hummus, Ciudad Vieja de Jerusalén

Abu Shukri es sinónimo de platos económicos con una tradición de 40 años de excelencia. Está considerado como uno de los mejores entre los restaurantes originales que sirven falafel y hummus. Situado en la legendaria Via Dolorosa, en el corazón del mercado del Barrio Musulmán, no necesita lujos para atraer a árabes, judíos y turistas Todos vienen para disfrutar de su autenticidad, a pesar de su reducido tamaño.