En los años 70, la avenida Dizengoff era el corazón de Tel Aviv y el sitio ideal para estar.
La cultura del café, las reuniones bohemias y algunas modas bastante escandalosas fueron reglas que marcaron tendencia desde ese largo tramo de pavimento que para muchos representa la esencia misma de los tiempos más “cool” de Israel.
Para la fotógrafa veterana Yael Rozen, Dizengoff fue también una gran fuente de inspiración.
En esa época, le pidieron que filmara historias de moda callejera. “Fue así que empecé a deambular por Tel Aviv, en particular por Dizengoff, porque en ese entonces era una calle central, viva y coleando”, recordó la artista visual.
Dizengoff solía reunir a una mezcla ecléctica de personas, muchas de las cuales estaban firmemente instaladas en Kassit o Pinati, los dos cafés mitológicos de la avenida.
“En Kassit se podía encontrar a todas estas personas que eran algo más famosas: bohemios, poetas, artistas y actores. Y en Pinati había todo tipo de gente que vestía muy bien”, relató Rozen.
“Mientras tanto, en la calle había muchas personas anónimas que yo desconocía. Cuando hace poco comencé a publicar las fotos en mi página de Facebook, empezaron a reconocerse y fue una experiencia realmente única”, expresó.
La idea de compartir sus archivos en Facebook surgió durante la pandemia. “Durante la crisis del COVID-19 publiqué estas fotos de Dizengoff y famosos de esa época a los que fotografié. Las imágenes llegaron a cientos de miles de personas. Antes de esto tenía 400 seguidores en Facebook, hoy ya son unos 20.000”, informó.
Rozen indicó que luego la contactó Michal Suzana de la municipalidad de Tel Aviv. “Es que alguien había dirigido su atención a estas fotos y justo estaban renovando la calle Dizengoff. Así fue como me invitaron a mostrar mis fotografías en honor a las celebraciones”, contó.
El resultado fue la exposición al aire libre «Dizengoff en blanco y negro». Se trató de una serie de 46 de las históricas fotografías de Rozen pegadas a los postes de electricidad a lo largo de la avenida.
Por la demanda del público, la exhibición se extendió hasta fines de diciembre.
“Las respuestas fueron asombrosas. Fue simplemente increíble”, dijo Rozen.
Ambiente y carácter
Para ella, con el paso del tiempo las fotos antiguas reflejan la atmósfera de la calle y el carácter de la gente.
Algunas de las personas retratadas se presentaron y aceptaron ser fotografiadas una vez más 50 años después.
En los 70, Rozen tomó una foto de Miri Golan y Tzipa Agi, unas chicas anónimas que cruzaban Dizengoff. Cuando publicó esa imagen en Facebook, ellas fueron identificadas.
Así fue como hizo un trabajo detectivesco para encontrarlas hoy adultas y preguntarles si les gustaría ser retratadas una vez más.
“Eran amigas pero habían perdido el contacto, y gracias a que yo me acerqué a ellas, revivieron su relación. Fue muy agradable”, reveló.
Jaim y Rina Ben Zvi, originalmente fotografiados como recién casados mientras paseaban con su perro por Dizengoff, se identificaron en Facebook y hoy, muchas décadas después tienen otra foto feliz.
Una calle colorida
Rozen señaló que en los últimos 50 años Dizengoff experimentó muchos cambios.
“Durante mucho tiempo la encontré menos atractiva pero regresé allí con la cámara y me encontré con una calle muy colorida. En términos de moda, hay una gran diversidad en la vestimenta”, definió.
También descubrió que hay mucha actividad y, por supuesto, muchos cafés: “No es como Kassit y Pinati, hoy todo es muy disperso y no hay una concentración de personas en sitios determinados. No salí mucho a la noche pero entiendo que hay muchos bares donde los jóvenes se divierten”.
De todos modos, Rozen tiene su café favorito en Dizengoff.
“Disfruto sentarme en lo que solía ser Pinati. Hoy se llama Segafredo pero sigue siendo el café que solía ser. Cambió un poco pero es lo que más recuerda a lo que alguna vez hubo allí”, finalizó.
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