Sabemos que es difícil. Después de todo, la noche del Seder es posiblemente la noche más importante del año para que el pueblo judío celebre con familiares y amigos.

Siempre hay largas mesas, sillas diferentes y demasiadas personas para los ambientes en los que se celebra Pesaj.

Sin embargo, este año podemos deleitarnos de nuestra redención de Egipto de manera diferente porque será algo más bien poco concurrido.

En Israel, las personas se quedan en casa con su núcleo familiar mientras esté impuesta la cuarentena por COVID-19 y en muchas otras partes del mundo están prohibidos los vuelos y los viajes, lo que significa que la mayoría de la gente no podrá pasar los días de Pesaj con padres y hermanos.

Es en momentos como estos que surge un proverbio israelí común y muy oportuno: «Sobrevivimos al Faraón, sobreviviremos también a esto «. No tenemos ninguna duda de que así será pero mientras tanto es bueno pensar en un Pesaj diferente.

1. No hay que decidir dónde hacer Seder

El ritual anual de causar ofensas mortales a un lado de su familia al celebrar Pesaj con otra parte de esta no tiene lugar este año. Sí, esta podría ser la mayor ventaja de todo este distanciamiento social.

La temida pregunta de dónde se hará el Seder ya aparece en septiembre, cuando el lado con el que no se está celebrando el Año Nuevo judío desea asegurarse de que sí se hará la reunión en Pesaj.

Por supuesto, eso no evita que el problema se plantee repetidamente hasta abril, ya que se brinda más información sobre el paradero de sus hermanos, sus cónyuges y ese primo molesto que se va a Tailandia para celebrar junto a la piscina.

Este año, sin embargo, no hay que decidirse. Es que realmente no se puede ir a ningún lado. Simplemente hay que evitar la incomodidad y esperar que la tensión vuelva recién en Rosh Hashana luego del coronavirus.

2. No hay que sufrir horas de tráfico en las rutas

Israelíes atrapados en un atasco de tráfico en la Ruta 6 durante los feriados de Pesaj. Foto: Hadas Parush/Flash90

En Israel, salir para celebrar la noche del Seder en cualquier lugar después de las 15 se trata de un riesgo importante. Como todos cenan exactamente a la misma hora, el tráfico de la tarde es horrible y, por lo general, hace que muchos se arrepientan de haber salido de la casa.

Dado que nadie conduce a ninguna parte por la cuarentena, hoy las carreteras estarán perfectamente despejadas. No es que eso ayude, no, pero aún es agradable pensar que la escena de padres estresados y niños gritando en la parte trasera del auto no tendrá lugar esta vez. Además, nadie tiene que preocuparse por unas copas de vino de más.

3. No es obligación comer el gefilte fish

Ni las galletas de coco. La noche del Seder significa tener que comer una o dos cosas que realmente no se quiere ni probar. Pero dado que este año no hay que tomar en cuenta los sentimientos de nadie, se puede decidir exactamente lo que entra en la boca. Así, si el jaroset con lechuga y matzá es tentador, adelante, nadie estará mirando.

4. Los pantalones seguirán subiendo
Siguiendo con el punto anterior, tener un Seder en solitario probablemente significa comer mucho menos de lo que normalmente se comería. Y eso es particularmente un tema la mañana después de la cena pascual, cuando aún es posible o no abrocharse la cremallera del pantalón.

De este modo, la pandemia de COVID-19 significa que no habrá nadie que sufra esto. En lo que respecta al aspecto personar para la fiesta, sólo basta con ponerse unas prendas para sacarse una buena foto en el grupo familiar de WhatsApp y luego cambiarse y ponerse ropa más cómoda.

5. No hay que cocinar por días

Esta fiesta, que celebra salir de la esclavitud, incluye una gran cantidad de cocina. Si bien la noche del Seder es una oportunidad maravillosa para mostrar el amor de la familia y preparar los platos favoritos de la infancia esto implica un montón de trabajo y una buena cantidad de tiempo en la cocina.

Como la mayoría de la familia no estará presente este año, es hora de concentrarse en uno mismo. Y así es posible preparar el propio plato favorito (o dos) o tal vez lo más fácil que venga a la menta. Es una forma de resignificar el concepto de libertad.

6. No hay que explicar el estado civil o por qué no se está embarazada

Para algunas personas, los días previos a la noche del Seder están llenos de temor por tener que enfrentar a la familia y su cuestionario sobre cosas de la vida, y ser interrogado por la tía abuela sobre por qué aún no se ha encontrado un novio. Ser un joven judío no es la forma más placentera de pasar esa noche.

Un aspecto positivo de Pesaj en tiempos de coronavirus es que esos parientes curiosos no estarán en la mesa. Si se los incluye en Zoom y comienza la inquisición española habitual, se los puede desactivar de inmediato. Por accidente, por supuesto.

7. Los suegros no tendrán voz (alta)

Es imposible huir de los suegros en Pesaj. Si bien hasta el coronavirus jamás adoptaron la tecnología, hoy se han convertido en expertos en lo que respecta a los chats de video, conferencias familiares y otras formas de comunicación en línea.

Sí, es algo genial pero no hay necesidad de hacer todo el Seder en Zoom con ambos lados de la familia. Pero a no temer: hay un botón para silenciar el audio. Y siempre se puede culpar a la “mala conexión”.

8. La casa no tiene que brillar tanto
De acuerdo con la ley judía, los hogares deben estar libres de jametz o productos fermentados. Muchos toman esto como una oportunidad para limpiar la casa de arriba a abajo, teniendo en cuenta no solo la obligación halájica sino también los ojos de águila de los que vendrán a cenar.

Si bien no tenemos la intención de recomendar nada con respecto a la ley judía, nos sentimos en libertad de decir que no hace falta poner la casa patas arriba este año. A menos que se esté buscando la manera de mantener a los niños ocupados mientras están en casa. Es ese caso, la operación de limpieza a fondo suena perfecta.

9. Se puede cantar las melodías que se conocen

Una desventaja de celebrar Seder con una gran cantidad de personas es que, sin darse cuenta, no todos conocen las mismas melodías de la Hagadá, por lo que la mayoría de las veces te encuentras sin siquiera reconocer sus partes favoritas.

Dado que esta noche del Seder serán personales, se puede cantar con el corazón sin esas miradas de confusión o desaprobación.

10. Las mejillas de los niños permanecerán intactas

Los recuerdo del Seder de la infancia realmente involucra a unas tías pellizcando cachetes con tanto cariño y tanta fuerza que lo único que se podía hacer era esconderse debajo de la mesa. Hoy, hay nuevas tías y mejillas que apretar en cualquier parte del mundo.

Así, los niños podrán estar secretamente aliviados de que sus mejillas no sufrirán daño. Pero el año que viene, no volverán a zafarse…