Los días de encontrar un taxi y buscar cambio para pagar el viaje están llegando a su final.

Hoy en día, un usuario puede pedir un taxi con compañías como Get Taxi (Gett), Rider y La’Zooz, Uber, Lyft y Hailo, todas creadas en Israel, y pagar el servicio con su teléfono móvil.

Via, una aplicación para compartir viajes con otros pasajeros en taxis con conductores licenciados, opera en partes de Chicago y la ciudad de Nueva York. El viaje se reserva a través de la aplicación, que es gratuita para iOS o Android. Los algoritmos cruzan luego al usuario con un Via-cle que vaya en ruta hacia donde esté éste. Via-cle es el término como Via describe a los vehículos que prestan el servicio y que transportan hasta cinco pasajeros.

Un viaje cuesta $5 dólares, más impuestos, si se pagan por adelantado (o $7, más impuestos) y se cargan automáticamente a la tarjeta de crédito o débito del usuario. El servicio no es de puerta a puerta, pero el pasajero es recogido en la esquina más cercana de la calle que va en dirección suya y dejado a dos cuadras de su destino.

El año pasado Via obtuvo $27 millones de dólares en una ronda de financiación encabezada por Pitango. En mayo de este año obtuvo $100 millones en otra ronda, encabezada también por la misma compañía e inversores de Norte América, Europa y Asia. La compañía, fundada en 2012, tiene sede en Nueva York, una oficina en Chicago y un equipo de 35 técnicos en Tel Aviv.

Los fundadores de Via, Daniel Ramot y Oren Shoval, se conocieron en la Fuerza Aérea de Israel, donde dirigieron proyectos tecnológicos de gran envergadura. Ramot obtuvo después un doctorado en neurociencia en la Universidad de Stanford, en Stanford, Calif., y Shoval se doctoró en biología de sistemas por el Instituto Weizmann de Ciencia, en Rehovot.

“La idea de Via vino de Israel, donde mucha gente comparte viajes en vehículos conocidos como sheruts, para desplazarse de forma rápida, barata y sencilla”, dijo Shoval.

Un sherut, palabra hebrea que significa servicio, es una combinación entre taxi y autobús público. Generalmente sigue las mismas rutas de los autobuses y transporta hasta 12 pasajeros. Ese es el modelo que Ramot y Shoval querían para otras ciudades, pero basado en alta tecnología.

“Via está transformando el transporte público, de sistema regulado con rutas y horarios fijos a uno totalmente dinámico que opere basado en demanda. Nuestros algoritmos encuentran a los pasajeros que van al mismo destino y que están en la misma ruta, para que viajen en un solo vehículo”, explicó Shoval. “Los pasajeros piden el viaje con una aplicación móvil y en menos de un segundo los sistemas de Via escogen el vehículo y, si es necesario, cambian la ruta y lo envían a la que sea más conveniente para todos los pasajeros”.

Para encontrar vehículos y pasajeros que vayan en la misma dirección y en gran número, el equipo de Via en Tel Aviv ha tenido que hacer frente a complejos desafíos algorítmicos, computacionales y operativos, dijo Shoval. “El resultado es un sistema de transporte excepcionalmente asequible y conveniente que amplía el número de personas que pueden planear sus viajes por teléfono”.

Via necesita sólo una aplicación móvil para reservar un viaje. Foto cortesía de Via.
Via necesita sólo una aplicación móvil para reservar un viaje. Foto cortesía de Via.

 

Shoval dijo que la nueva inversión está destinada a expandir el servicio de Via a Manhattan, llevarlo a nuevas ciudades y “asociarnos con empresas de transporte público de ciudades pequeñas para que complementen nuestra tecnología con sus servicios y así ofrecer un mejor servicio a los usuarios.”

Según la compañía, el tiempo medio de espera para un vehículo es de cinco minutos. Antes de reservar un viaje los usuarios reciben por teléfono un estimado del tiempo de recogida y pueden utilizar también la aplicación para seguir el trayecto del vehículo.

Los comentarios de los usuarios en sitios como Yelp indican que incluso cuando el tiempo de espera es superior al previsto, muchos prefieren Via en vez de caros taxis privados y atestados autobuses y metros. El pasaje de transporte público en Manhattan y Chicago cuesta la mitad que Via: $2,25 dólares para el tren L de Chicago y $2,75 para el metro de Nueva York.

«Uso Via cada día para llegar al trabajo por la mañana y al terminar por la tarde, cuando no me dan ganas en tomar el metro o no hay una estación cerca. ¡Es verdaderamente una salvación!», dijo un usuario en una reseña.

Algunos padres utilizan Via para el transporte de sus hijos al colegio. “Usamos Via cada día entre casa, el colegio y el trabajo. A los niños les encanta viajar con Via y oír lo que los conductores cuentan. Es más barato, rápido y cómodo, y he conocido gente fantástica en Via, la mayoría de los cuales son padres del colegio de mi hijo, con quien nos hemos hecho amigos», dijo otra reseña en Yelp.

Otro usuario dijo que los pasajeros de Via pueden viajar con “perros y mascotas siempre que vayan en cajuelas como los que aprueban las líneas aéreas, lo que es fantástico para mi bulldog francés”.

Otro usuario resumió así el servicio: “Via es estupendo para cualquiera que quiera un servicio de transporte barato en un todoterreno de lujo y que no tenga problemas de tiempo o le importe caminar un poco”.

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