En vez de fastidiar a sus hijos para que salgan a jugar, 10.000 madres israelíes están dando ejemplo con cachibol (también conocido como catchball o newcomb) en una liga nacional llamada Mamanet. Cachibol se diferencia del voleibol en que los jugadores retienen la pelota por unos segundos antes de pasarla a un compañero o sobre la malla.
Ser parte de un equipo del colegio de sus hijos le da a cada jugadora de Mamanet la oportunidad de conocer a otras madres en un ambiente totalmente distinto al de paseos con la clase o de las reuniones de padres y profesores.
Establecida en 2005 por Ofra Abramovich, madre de dos hijos y residente de Kfar Saba, cerca de Tel Aviv, Mamanet se ha convertido en el proyecto sociodeportivo más grande en Israel. Ha inspirado también la creación de Abbanet para los esposos y las parejas de las jugadoras, y Kidnet, torneos vacacionales para sus hijos. La palabra hebrea aba significa padre.
“En vez de ser madres que llevan a los hijos a los entrenamientos de fútbol y les dan ánimo en los partidos, ellas se convierten en estrellas en los partidos, y sus hijos en seguidores”, dijo Abramovich. “Esto permite que la madre sea vista como modelo para emular por su espíritu deportivo, la dedicación al equipo y la seriedad con que toma el ejercicio físico”.
Miles de madres en Italia, Austria, Chipre, España, Canadá, Bélgica, Francia, Bulgaria y Estados Unidos están adoptando este modelo. La segunda conferencia internacional de Mamanet se celebrará en Eilat este mes.
Cuando Abramovich concibió la idea después de que una amiga la invitara a jugar, el alcalde donde vivía no se mostró muy entusiasta a la hora de ofrecer apoyo financiero. En lugar de rendirse, Abramovich llamó a la esposa del alcalde, quien lo convenció para que apoyara la idea. Kfar Saba ahora tiene 27 equipos de Mamanet con 300 jugadoras.
“Hoy, todos los alcaldes quieren una liga en su ciudad por lo que aporta a ésta”, dijo Abramovich, quien agregó que el trabajo voluntario es parte de la misión de Mamanet. “En cada ciudad el programa comunitario es diferente”.
Entre los distintos proyectos de voluntariado están jugar cachibol con mujeres en prisión y en refugios para víctimas de maltrato; hacer actividades con niños de centros terapéuticos; entrenar a jóvenes en situación de riesgo para ser árbitros; y organizar noches deportivas regionales para crear conciencia sobre el cáncer de mama.
El fenómeno de Mamanet se extiende a todos los sectores de la población israelí, e incluye, por ejemplo, a beduinas y madres ultra-ortodoxas. Puesto que no requiere ninguna preparación atlética especial, el eslogan de Mamanet es “¡Todas las madres pueden!”
Yael Inbar, madre de tres hijos y residente de Tel Aviv, le dijo a ISRAEL21c que fue buena jugadora de cachibol durante la escuela primaria, pero no en otros deportes. “Cuando supe de Mamanet hace algunos años pensé que podía ser bueno para madres que no tienen tiempo y quieren ponerse en forma”.
El director de Magen, el colegio de secundaria de su hijo, en Tel Aviv, estuvo de acuerdo que un equipo de Mamanet jugara allí. Unas 30 mujeres juegan en los dos equipos que se formaron en el colegio en enero.
“Debe haber seis jugadoras en cada equipo, lo cual es ideal porque no todas vienen siempre a los entrenamientos”, dijo Inbar.
Agregó que le encanta el juego a pesar de que se golpeó dos dedos y se lesionó un tobillo en los entrenamientos. “Es una gran oportunidad para entrenar y divertirse, conocer a otras mujeres, estrechar vínculos con otras madres del vecindario y del colegio, y crear camaradería”.
Abramovich agregó que los uniformes de cada equipo tienen impreso el nombre y el logo de cada colegio, lo cual hace que las madres se sientan más comprometidas con éste y el estudiantado. En muchas ciudades, los colegios que pertenecen a ligas de Mamanet han creado equipos para niños desde los seis años que quieren emular a sus madres.
El crecimiento internacional de Mamanet ganó impulso después de su ingreso a la CSIT, la organización más grande del mundo de deporte aficionado, cuya sede es en Europa. El presidente de la organización, Harald Bauer, vio un equipo en un partido en Eilat hace dos años y le llamó tanto la atención que se puso en contacto con Abramovich durante un viaje que hizo a Israel un año después.
“Dijo que muchos grupos deportivos intentan ingresar a la organización, pero las directivas raramente encuentran algo que les sorprenda. La última vez que pasó eso fue hace 15 años, cuando se dieron cuenta de la existencia del nordic walking [caminata nórdica]. Harald me comentó que quería incluirnos en la CSIT y llevar Mamanet a todas partes”.
Bauer la invitó a Cancún a que hiciera una presentación ante la organización, y unas 50 madres israelíes de Mamanet jugaron cachibol en los Juegos Mundiales de CSIT en Lignano, Italia, en 2015. Mamanet enviará representantes a los Juegos Mundiales de Riga, Latvia, que tendrán lugar en octubre.
A mediados de mayo, Abramovich y 160 jugadoras de Israel, Italia, Austria y Chipre participaron en el primer torneo internacional de Mamamet en Costa Brava, en Cataluña, España, donde recibieron la visita del mundialmente famoso equipo de fútbol Barcelona. Durante el evento, de cuatro días de duración, las participantes practicaron senderismo, asistieron a eventos, fueron de compras e hicieron amistad con otras jugadoras.
“Israel es conocido por ser bueno en alta tecnología, pero en Mamanet es algo especial”, dijo Abramovich.
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