Hoy, más de la mitad del pescado que se consume en el mundo viene de piscifactorías, pero muchas están saturadas, suministran a los peces ingentes cantidades de antibióticos y les tratan con hormonas y pesticidas.

A pesar de la preocupación por la salud humana y el impacto medioambiental, la acuicultura crece un promedio de 6% anual para responder a la demanda, que siempre está en aumento.

Para elevar los estándares de calidad en la producción, el programa Horizon 2020 de la Comisión Europea y su Agencia Ejecutiva para Pequeñas y Medianas Empresas están invirtiendo millones de euros en una nueva tecnología para acuicultura en mar abierto desarrollada por la firma israelí Gili Ocean Technology.

El sistema Subflex, que fue desarrollado inicialmente por esa compañía, en colaboración con profesores del Instituto Technion-Israel de Tecnología, usa jaulas flexibles que pueden sumergirse en el agua cuando hay fuertes corrientes y oleaje en el mar. El nombre es una contracción de las palabras submerged flexible (sumergido y flexible en castellano).

Las jaulas pueden sumergirse cuando hay tormentas en el mar. Foto de Tal Flazman.
Las jaulas pueden sumergirse cuando hay tormentas en el mar. Foto de Tal Flazman.

 

“Criar peces en aguas abiertas reduce enormemente el impacto medioambiental”, dijo a ISRAEL21c el director ejecutivo de la compañía, Yossi Melchner. “La calidad del agua es superior y no es necesario añadir elementos externos ni emplear energía adicional porque están en su hábitat. Pero necesitamos hacer frente a las tormentas. Por eso empezamos a desarrollar Subflex en 2003”.

El sistema Subflex, que incluirá componentes de alta tecnología como sensores y procesadores de imágenes para aumentar su eficacia, facilitar el uso y hacerlo altamente rentable, tiene como objetivo hacer de la acuicultura de alta mar una solución sostenible a largo plazo.

“El mercado para esta solución es enorme debido a la disminución de la cantidad de peces en todo el mundo y al marcado aumento en consumo, a lo cual se suma una mayor concientización de la necesidad de prevenir la contaminación ambiental de los golfos”, dijo Melchner.

Otras compañías fabrican jaulas para mar abierto cuyo uso es muy limitado, agregó. “Si quiere producir mil toneladas de pescado, necesitará muchas cajas al mismo tiempo, y tendrá que ponerlas por fases y cambiarlas para los procesos de cría, alimentación y otras tareas que requiera el período de crecimiento. Nuestra combinación de jaulas sumergibles y flexibles hace que esto sea posible”.

Un mismo punto de amarre permite que las cajas roten 360 grados según el flujo de las mareas, y un mecanismo de válvula abierta permite sumergir la jaula cuando sea necesario a la vez que protege a ésta y a los peces.

Criadero de peces en la costa de Ashdod

Un proyecto piloto a pequeña escala se instaló en Israel en 2004. En 2006, Gili Ocean lanzó su primer sistema comercial frente a la costa de Ashdod, 12 kms. mar adentro, el cual produjo 400 toneladas de pescado al año.

En los siguientes tres años se instalaron tres sistemas adicionales cerca de ese puerto para criar besugo, y poco tiempo después, lubina. El tamaño de las jaulas se puede adaptar a cualquier especie de pescado, y se pueden criar varios tipos al mismo tiempo en compartimentos separados.

“En la actualidad hay un importante desarrollo de peces de rápido crecimiento como el atún rojo, que necesita agua de excelente calidad y enormes jaulas, y nosotros podemos ofrecer los dos”, dijo Melchner. “Colaboramos con varios institutos en el mundo para el desarrollo del protocolo de nuestro sistema”.

El procedimiento reduce el trabajo y la necesidad de personal para el mantenimiento. Las cuadrillas tienden las jaulas desde un solo buque, lo que también ahorra combustible, dijo Melchner.

Gili Ocean ganó recientemente una licitación del gobierno israelí para lanzar lo que Melchner dice que será el sistema de acuicultura en mar abierto más grande del mundo, cuya capacidad será para 2.000 toneladas de pescado.

“Estamos pidiendo los componentes necesarios y empezaremos a montar el sistema en los próximos meses. Estamos construyendo una embarcación adecuada para el proyecto. Nuestro objetivo es revolucionar el mercado israelí con pescado de alta calidad, y sin antibióticos, a bajos precios”.

Gili Ocean creó una compañía filial, Beresheet Aquaculture, para gestionar el proyecto con fondos de un inversor privado extranjero. Aunque el gobierno israelí está interesado en reducir el precio del pescado para el consumidor, no ha contribuido financieramente al proyecto, según Melchner.

“Queremos ver cómo podemos sacar el máximo provecho de nuestra plataforma”, dijo. “Intentaremos desarrollar programas turísticos los fines de semana para promover concienciación, y también vamos a trabajar con productores de algas marinas porque obtener un subproducto que aumentará la eficiencia de nuestras granjas”.

Con sede en la zona de Sharon, Gili Ocean fue una de las primeras compañías de cartera de hiCenter, una incubadora de negocios privada en Haifa.

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