Israel es una tierra con miles de años de historia y una miríada de sitios arqueológicos para visitar. Los visitantes pueden incluso pasar la noche en alojamientos que atesoran un largo pasado.

No es difícil encontrar hoteles o casas de huéspedes en edificios del siglo diecinueve renovados, como el Hospicio Austriaco (construido en 1858), en Jerusalén; el Scots Hotel (construido en 1894), en Tiberias; ó 1885 Suites, en Rosh Pina que, como su nombre indica, fue construido ese año.

Pero hay también edificios mucho más antiguos habilitados ahora como hoteles. En este artículo ISRAEL21c presenta algunos construidos en edificios —o en sus ruinas— que datan del siglo dieciocho o antes. Si el lector sabe de otro alojamiento que no esté en esta lista, puede añadirlo en la sección de comentarios.

Muchos edificios datan del tiempo de las Cruzadas, expediciones militares, que empezaron en 1095, cuyo fin fue arrebatarles Tierra Santa a los musulmanes y que duraron varios años. Otros fueron construidos durante el Imperio Turco Otomano, que incluyó lo que es Israel hoy. Existió entre el siglo trece y los primeros años del veinte.

Ellos son:

Hotel Alegra, en el barrio Ein Keren, en Jerusalén, tiene una auténtica posada construida durante las Cruzadas y una sinagoga de 200 años de antigüedad al otro lado de la calle.

El profesor de ciencias políticas Moshe Amirav, de la Universidad Hebrea, propietario del edificio más antiguo de los dos (que fue anteriormente un hotel independiente, pero que ahora está arrendado al Alegra), le dijo a ISRAEL21c que hasta donde él sabe, la posada es la casa más antigua de Ein Karem y el hotel más antiguo en Israel.

El Hotel Efendi, en Acre, que abrió sus puertas en 2012, combina dos mansiones del siglo diecinueve, reconstruidas bajo la supervisión de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Tiene, también, un baño turco de 400 años de antigüedad, cuidadosamente restaurado, y un bar en una cava que data del tiempo de las Cruzadas.

Aspecto de uno de los salones. Foto cortesía.
Aspecto de uno de los salones. Foto cortesía.

 

Ruth Rimonim, en la Ciudad Vieja de Safed, o Tzfat, sitio místico por excelencia en la Alta Galilea, es un edificio de piedra restaurado donde operó una posada turca, o khan, durante el siglo diecisiete. Tiene 77 habitaciones decoradas individualmente.

Hotel Market House, en Jaffa, junto a la famosa Torre del Reloj y el mercado de las pulgas, abrió a finales de 2014. Bajo el piso del vestíbulo principal, construido parcialmente de vidrio, se pueden ver las ruinas de una capilla de la era bizantina.

Una de las atracciones del hotel son las ruinas de una capilla bizantina, que se pueden ver en el vestíbulo principal. Foto cortesía.
Hotel Market House. Foto cortesía.

 

Fauzi Azar Inn, en la Ciudad Vieja de Nazaret, en Galilea, abrió en 2005 en una mansión de 200 años de antigüedad renovada que se caracteriza por su arquitectura otomana, frescos, techos altos y suelos de mármol. El hostal ocupó el séptimo lugar el mundo en 2014 según un listado de Lonely Planet, un sitio de viajes en línea.

Hotel Fauzi Azar. Foto de Giulia Cimarosti/TravelReportage.com.
Hotel Fauzi Azar. Foto de Giulia Cimarosti/TravelReportage.com.

 

Casa Doña Gracia, en Tiberias, es una réplica de un palacio de Doña Gracia Mendes Nasi, una mujer de negocios, filántropa y diplomática que nació en 1510 en Portugal. Su nombre original fue Beatrice de Luna. En 1558, el gobernante otomano Suleiman el Magnífico le arrendó una parte de la ciudad para albergar a judíos que huían de la Inquisición.

El edificio principal de este hotel, que es también museo, tiene sólo 25 y años está construido alrededor de una plaza y cuatro pilares del período del Imperio Turco Otomano. Los muebles fueron hechos hace unos 300 años. Cada planta del hotel, que tiene 66 habitaciones, está decorada al estilo de las ciudades donde vivió Doña Gracia: Lisboa, Amberes, Venecia y Constantinopla, hoy Estambul.

Huéspedes del hotel vestidos con trajes de época para tomarse fotografías de recuerdo. Foto cortesía.
Huéspedes del hotel vestidos con trajes de época para tomarse fotografías de recuerdo. Foto cortesía.

Villa Tiferet, en Safed, es un edificio restaurado de 400 años de antigüedad en el Barrio de los Artistas. Originalmente, formaba parte de un complejo residencial que albergó una iglesia ortodoxa oriental y luego un colegio. Amir y Nicole Bern, que emigraron de Canadá a Israel, restauraron la estructura, que abrió al público en 2015. Su principal clientela son familias en vacaciones.

Puede albergar hasta 13 personas y tiene zonas comunes grandes, entre ellas una azotea, dos patios, una biblioteca, un salón con chimenea, una oficina, un comedor para 16 personas y una cocina.

Villa Tiferet ofrece un ambiente rico en historia para estancias cortas. Foto de Jordan Polevoy.
Villa Tiferet tiene un ambiente rico en historia y es ideal para familias. Foto de Jordan Polevoy.

 

Akkotel, en Acre, construido dentro de las murallas de la Ciudad Vieja, es un edificio renovado del siglo dieciocho que albergaba oficiales del ejército turco. Después funcionó como escuela y luego como juzgado durante el Mandato Británico (1922 a 1948). Abrió al público en septiembre de 2007, tras siete años de renovaciones. Sus 60 exclusivas habitaciones combinan arcos de piedra con mobiliario artesano.

Habitación hotel. Foto cortesía.
Entrada del hotel. Foto cortesía.

 

Arabesque, en Acre, es una posada de tres habitaciones que sirve también como centro de literatura y arte para hablantes de inglés, hebreo y árabe. Su propietario, Evan Fallenberg, dijo a ISRAEL21c que la casa se terminó de construir en 1799, año de la fallida conquista de la ciudad por parte de Napoleón. Su construcción comenzó en 1725.

“Tenemos piedras milenarias de tiempo de los cruzados, la mayoría reutilizadas, pero hemos mantenido intacta una de las paredes”, dijo. “Un cantero local que cree que la pared, que era externa, formaba parte de un cuartel general de los cruzados o una pared que dividía varios cuadrantes hechos por las repúblicas marítimas italianas”.

Aspecto de la entrada del hotel. Foto de Micha Fallenberg.
Entrada del hotel. Foto de Micha Fallenberg.